La Cumbre del Clima celebrada en Madrid estos últimos días ha fracasado en uno de sus principales objetivos al no conseguir establecer una regulación de los mercados de carbono.
La COP25 no ha conseguido grandes resultados en ninguna de las áreas en que tenía que trabajar. El resultado ha sido una llamada a aumentar las medidas contra el cambio climático y una petición de cumplir los acuerdos de París.
En estas dos semanas ha sido imposible el desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de París. Se pretendía desarrollar un mecanismo de intercambio de derechos de emisiones para que los países que contaminen menos del límite, puedan vender esos derechos sobrantes a países que contaminen por encima del límite.
Este acuerdo ya se intentó desarrollar y establecer en la anterior cumbre celebrada en Polonia, pero finalmente se decidió posponer a la de este año. La presidencia de la COP25 ha vuelto a posponer el cierre de este acuerdo a la cumbre del año que viene que se celebrará en Glasgow.
El Acuerdo de París
El Acuerdo de París, firmado en 2015, busca reducir las emisiones y evitar que la temperatura global aumente más de dos grados. Además, hacía un llamamiento a que participen y colaboren todos los países. Sin embargo, uno de los países más contaminantes, como es Estados Unidos, ha comenzado el proceso para abandonar formalmente este pacto.
Reacciones
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se ha mostrado decepcionado con el resultado de esta cumbre. Además, ha señalado que «la comunidad internacional ha perdido una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición para afrontar la crisis climática».
On the last day of #COP25 I appeal to countries to send a message of ambition to the world – to align their climate objectives to science, and commit to stronger #ClimateAction. pic.twitter.com/uxRU2P8iHB
— António Guterres (@antonioguterres) December 13, 2019
No ha sido el único que se ha mostrado decepcionado, ya que muchos países han mostrado su descontento al final de esta cumbre que se cerraba ayer al no ser capaces de llegar a ningún acuerdo. También han salido decepcionadas las ONG’s medioambientales que denuncian que cada vez estamos más cerca de que los daños sean irreversibles.
Originalmente, la cumbre debería haberse celebrado en Chile. Sin embargo, dadas las protestas sociales que está viviendo desde hace meses el país, el presidente decidió renunciar a la celebración de esta cumbre. Tras el ofrecimiento de España, se decidió que el país anfitrión fuera Chile y la sede Madrid.