El encuentro entre José Luis Ábalos, ministro de Transportes, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha generado gran polémica debido a las múltiples versiones ofrecidas por el ministro.
José Luis Ábalos se vio con la número dos de Nicolás Maduro durante la madrugada del pasado lunes en el aeropuerto de Barajas. Esta supuesta reunión ha generado grandes críticas entre la oposición, ya que Rodríguez tiene prohibida la entrada en suelo europeo, como consecuencia de las políticas represivas del actual gobierno venezolano.
Este encuentro ha sido calificado como «fortuito» por parte del ministro de Transportes. Sin embargo, durante la semana, Ábalos ha ofrecido distintas versiones sobre éste.
En su primera versión, Ábalos aseguró que fue a Barajas a encontrarse con su «amigo personal», el ministro de Turismo venezolano, Félix Plasencia, que realizó una «parada técnica» en Madrid, destino a Turquía. Más tarde, el ministro español añadió que su amigo le pidió que saludara a la vicepresidenta, que viaja con él. Finalmente, Ábalos dijo que fue a esas horas al aeropuerto porque no disponía de otro momento para ver a su amigo.
No obstante, según fuentes policiales, el ministro de Transportes acudió al aeropuerto, acompañado de un comisario de la Policía Nacional, porque Rodríguez tenía intención de bajar del avión. En esta versión, el ministro señaló que subió al avión para «recordarle que lamentablemente no podía entrar en España«. Sin embargo, no aclaró la duración de este encuentro: «lo justo», afirmó.
Ante las críticas recibidas, Ábalos aseguró que «no hubo reunión«. También aseguró que mientras él estuvo allí, la vicepresidenta venezolana no se bajó del avión.
En una entrevista concedida a la Razón, el ministro de Transportes ofreció otra versión. Según él, el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska le alertó de que en ese vuelo también viajaba Delcy Rodríguez. «Ya que vas, procura que no se baje del avión», habría advertido Grande Marlaska según estas declaraciones de Ábalos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha respaldado al ministro: «Tiene todo mi respaldo y apoyo político y personal. Hizo todo lo que estaba de su parte para evitar una crisis diplomática y lo logró”.
La oposición pide su dimisión mientras el ministro ignoraba las críticas en un mitín en Santiago de Compostela: “Otros quizá estén en política de paso. Yo vine para quedarme y no me echa nadie”.