El sector independentista celebra una huelga contra el juicio al «procés» camuflada en reivindicaciones de carácter laboral.
Cataluña vive en el día de hoy una jornada de huelga convocada por el sindicado independentista Intersindical-CSC y apoyada por JxCat, ERC, el PDeCAT, la CUP, la Crida, Demòcrates, representantes de los comuns, la ANC, Òmnium Cultural y la Associació Catalana pels Drets Civils.
Lejos de convertirse en una reivindicación para la mejora de condiciones laborales o perseguir objetivos de índole económica, el 21-F no es más que la puesta en escena del descontento del sector independentista en Cataluña por el juicio a los que consideran presos políticos. Por este motivo, la convocatoria a huelga general en el territorio catalán no ha sido apoyada por los dos grandes sindicatos UGT y CCOO.
Los servicios públicos, los grandes comercios y las principales industrias funcionan con normalidad desde esta mañana, pero sí ha habido problemas de tráfico por los cortes de carreteras provocados por los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR). Los incidentes se han producido en las C-16 en Berga (Barcelona), la C-17 en Gurb (Barcelona) y la N-II en Sant Julià de Ramis (Girona). En Barcelona capital, varias personas han cortado puntualmente la Gran Vía, aunque los Mossos han restablecido finalmente la circulación. En cuanto a las líneas de transporte público de autobuses hay cerca de una decena de puntos con cortes intermitentes. La movilidad en el área metropolitana de Barcelona es hoy un 13,7% menor a la de un jueves convencional y la red de metro ofrece entre el 60% y el 100% de su servicio habitual.
El seguimiento en los centros educativos y Universidades ha sido elevado, a diferencia del sector sanitario en el que apenas se ha dejado notar. El sindicato mayoritario en la enseñanza pública no obligatoria, Ustec, ha sido una de las centrales convocantes del paro. Las universidades han sido convocadas a la huelga por la plataforma Unis per la Republica, que aglutina a varios colectivos estudiantiles independentistas.
Intersindical-CSC alegó exigencias laborales como la derogación de la reforma laboral o el aumento del salario mínimo, pero es obvio el trasfondo político motivacional. El sindicato en la órbita de la CUP aplazó la huelga que en un principio estaba convocada para el 7 de febrero tras cambiarse las fechas de las sesiones en el Supremo, y de esta forma coincidir con el juicio del procés. En los llamamientos a secundar la huelga, piden la defensa del derecho a la autodeterminación y se posicionan en contra del enjuiciamiento de los políticos presos.
El Gobierno de la Generalitat ha cancelado la agenda de los cosellers para dar más peso a la movilización. El pleno del Parlament que estaba previsto para hoy también fue aplazado a la próxima semana, lo que ha motivado las quejas de los partidos en la oposición.
Para esta tarde los manifestantes pretenden tomar la estación del AVE a las 17:30 horas e interrumpir la circulación del tren de alta velocidad mediante un “piquete unitario”, además de una manifestación a las 18:00 horas convocada por la Assamblea Nacional Catalana que saldrá de Jardinets de Gràcia bajo el lema ‘La autodeterminación no es delito. Parémoslo todo’.
