Estamos todos de acuerdo que la censura, en general, está mal. Todos nos decimos abanderados de la libertad de expresión y la defendemos en mayor o menor medida, ya que entendemos que es algo mayormente positivo para la sociedad. Pero a veces, ojo, solo a veces, la censura está bien, incluso diría que es necesaria, y hoy hemos asistido a una de esas veces.
Simpatizantes del PP que me lean (si es que siguen leyendo) estarán, cuanto menos, poco de acuerdo con aquello de que “hoy está bien la censura”, pero les invito a quedarse y a leer la breve argumentación que haré relacionada a los hechos acontecidos un simple miércoles de Covid como cualquier otro.
Por si vives debajo de una piedra, no tienes literalmente ninguna red social o, sencillamente, no te has enterado, yo te lo resumo. A primera hora de la mañana del miércoles 10 de marzo, Ciudadanos y PSOE presentan una moción de censura en Murcia, donde los naranjas gobernaban junto al PP, con el fin de arrebatarle el gobierno de la región. Ante estos hechos las reacciones no tardan en sucederse, siendo la más importante la de Madrid, donde Ayuso intenta (aún no está claro si con éxito o no) convocar unas elecciones, al tiempo que PSOE y Más Madrid plantean sendas mociones de censura.
Considero positiva esta moción de censura por varias causas. La primera es que sacude un aburrido tablero político, cosa que iba haciendo falta, y hace replantearse acuerdos que igual eran demasiado obvios y que no estaban funcionando todo lo bien que deberían. La segunda es que acaba con un gobierno corrupto al más puro estilo PP, un gobierno al que le gustaba demasiado las vacunas y demasiado poco los turnos establecidos.
La tercera es, sin duda, la reaparición de Ciudadanos en el panorama político. No porque simpatice más o menos con ellos, si no por la variedad que puede llegar a aportar como partido bisagra. De un tiempo a esta parte veníamos, viendo como Cs se estaba condenando a la más pura irrelevancia política (como acreditan los batacazos en las recientes elecciones) y necesitaban un golpe de acción. ¿Querías relevancia? Pues toma dos tazas.
Este movimiento, que le aleja de la derecha más cerrada, augura una estrategia para recuperar el mismo centro político que hace tiempo Rivera decidió abandonar. Es, sin duda, la mejor estrategia, ya que, en la humilde opinión de un servidor, una democracia gana con la existencia de partidos bisagra que hagan las veces de “reguladores”, evitando un viraje general a los extremos. Aún les queda mucho por hacer y demostrar, pero al menos parece que no estaban del todo muertos, sólo se habían ido de parranda. Veremos a ver hasta dónde alcanza el último y desesperado coletazo.
Hablando de derechas, entre Bárcenas e Inés no ganan para disgustos en Génova. Espero que en la nueva sede cuenten con un desfibrilador para estas situaciones. Duro revés para el partido de las dos gaviotas, que se encuentra lidiando con un papelón que yo no quisiera representar. No les bastaba con lo de Murcia que horas después va Ayuso y convoca elecciones. Ole. Pero ojo al dato, porque parece que Pablo Casado no sabía nada de este magistral movimiento de la presidenta de la comunidad, lo que lo hace mejor aún.
Si finalmente logra que las elecciones salgan adelante, se presenta un panorama político de incertidumbre nada halagüeño para la presidenta, en el que le tocará poner en tela de votación su gestión de la pandemia con todo lo que ello conlleva.
Estamos de acuerdo que el PP en la comunidad de Madrid son palabras mayores, y sinceramente no creo que el que lleva votando al mismo partido 20 años vaya a cambiar ahora, pero se la juega a que PSOE vuelva a ganar en votos y, pactando con Ciudadanos, le arrebate el gobierno de la comunidad más importante del país.
Ahora que me sacáis el tema de las posibles elecciones, no creo que a Ciudadanos les haya hecho la misma ilusión que a mí la convocatoria sorpresa, y eso es echarle más leña a un fuego que viene ardiendo desde hace meses. Los mismos meses que los naranjas llevan quejándose del obvio ninguneo que vienen sufriendo en la capital, ya que Isabel Diaz Ayuso es de esas personas que disparan primero y preguntan después (o ni pregunta y sigue disparando).
En fin amigos, espero que compartáis mi emoción por este giro de los acontecimientos y también seáis unos emocionados de censura. De todas maneras, no tenéis que preocuparos, que si Diaz Ayuso vuelve a iluminarse, os lo contaré raudo y veloz.
