El secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolín, ratificó a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, su apoyo para la exhumación de Franco, en una carta recibida el pasado 14 de febrero. Parolín aseguró que les ha recordado a los monjes benedictinos que deben obedecer y observar plenamente el ordenamiento.
La Santa Sede, la más alta institución de la Iglesia, con mando sobre el prior y los obispos españoles de la Conferencia Episcopal Española, se dirigió la semana pasada a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para mostrar todo su apoyo. “La Iglesia no se opone a la exhumación si la autoridad competente así lo dispone”, expuso Prieto Parolín.
“A la Comunidad benedictina de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos fue recordado y se seguirá recordando su deber cívico de observar plenamente el ordenamiento y respetar a las autoridades civiles”, expresó Parolín. El Vaticano reconoce haber advertido a los benedictinos que deben obedecer a las autoridades.
Esta postura ya fue expresada durante el encuentro que mantuvieron Carmen Calvo y Prieto Parolín en Roma el pasado 29 de octubre. Así lo expresa el secretario de Estado del Vaticano en su carta: “Deseo reiterar lo que señale a Vuestra Excelencia durante nuestra reunión en el Vaticano”.
La Iglesia española, que en un primer momento expuso que acataría las órdenes del Gobierno, se ha posicionado junto al prior del Valle de los Caídos alegando que la Iglesia no puede tomar partido, además de que no existe acuerdo con la familia del general Franco. Propone esperar a la decisión del Tribunal Supremo antes de acatar la decisión del Gobierno. El Tribunal Supremo tendrá que decidir si se paraliza de forma cautelar la exhumación de Franco, bajo petición de sus nietos.
El prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, reiteró que no dejará pasar a los técnicos para que exhumen el cuerpo de la Basílica. A pesar de ello, en el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado viernes, se recogió que aunque se oponga el prior, el Gobierno contará con una “habilitación” para acceder al Valle.