Por 15 votos a favor, frente a 13 en contra, se ha decidido que es el cliente el que debe pagar. Se ha decidido así en el pleno del Tribunal Supremo tras dos de deliberación y un mes de espera
Una decisión que, sin duda, ha dividido al Tribunal Supremo. Los jueces han decidido desestimar los recursos y volver al planteamiento inicial. Según éste, «el sujeto pasivo del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados en los préstamos hipotecarios es el prestatario.»
Recursos, Stand-by y vuelta a lo anterior
El Tribunal Supremo decidió que serían los bancos, y no los clientes, los que deberían pagar el ya conocido como el Impuesto de las Hipotecas. Un día después, dejó esa decisión en el aire.
El Presidente del Supremo, Carlos Lesmes, decidió que la sentencia definitiva se tomaría en pleno jurisdiccional el día 5 de noviembre. Es decir, que teóricamente, este pasado lunes se reunieron para decidir si el ciudadano o la banca pagaban ese impuesto.
Y así ha sido, después de casi un mes de espera, un pleno que ha durado dos días ha decidido el peso de la balanza. Los bancos se salvarán de pagar ese impuesto que recaerá finalmente en los clientes. El Supremo ha decantado una decisión que ya estaba tomada.
Una marcha atrás inesperada
Todos teníamos presente en octubre que finalmente serían los bancos los que pagarían ese impuesto. Sin embargo, los jueces decidieron no decidir, valga la redundancia. Prefirieron quitarse el peso de encima y llevar la decisión a un pleno de más importancia.
No obstante, esa decisión afectará, posiblemente, en la confianza de los ciudadanos en el cuerpo judicial del Estado. Esa marcha atrás por circunstancias desconocidas preocupa al español medio. Un paso atrás en un tema tan delicado como el impuesto hipotecario.
Veremos cual es la reacción de la ciudadanía ante tal decisión. ¿Protestarán la decisión del Supremo o aceptarán la sentencia de los jueces? Pronto, muy pronto, lo sabremos.
Decisión apretada
Y si por fuera poco, dinamitar de esa manera la confianza de los ciudadanos, ahora hay otra razón por la que el que dinamitarla. El Tribunal Supremo, ha sentenciado por 15 votos a 13. Eso es una división en el cuerpo judicial del Tribunal.
Esa decisión tan igualada puede dinamitar, no solo la confianza del ciudadano medio en el cuerpo judicial, sino la propia de los jueces en las decisiones de este tribunal.
Desde «Juezas y jueces Por la Democracia» han pedido la dimisión de Lesmes y Díaz-Picazo, presidente del Supremo y de la Sala 3 de lo Contencioso y Administrativo, respectivamente. También apelan «al Parlamento para que actúe en defensa de los consumidores».
Ahora mismo hay una brecha en el sistema judicial español. ¿Qué ocurrirá?
Estos son los datos, suyas son las conclusiones.