El pacto entre el PP y el PSOE ha sido dinamitado debido a los mensajes del senador popular Ignacio Cosidó que reflejaban la presunta imparcialidad del juez Marchena
Los populares y socialistas iban a pactar en favor de mejorar la Justicia del país, que se encuentra en horas bajas, con el nombramiento del juez Manuel Marchena para presidir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Supremo por lo que Marchena se convierte en una pieza clave de este acuerdo.
Este martes El Español filtró unas conversaciones de whatsapp en las que podíamos encontrar al portavoz en el Senado del PP, Ignacio Cosidó, dirigiéndose a sus 146 compañeros de la Cámara Alta, donde este presumía de que con este pacto su partido saldría favorecido y seguirían controlando » por detrás de la sala segunda» del Tribual Supremo, la cual lleva el juicio del procés. En estas conversaciones se daba a entender que el juez estaba al servicio del PP y por ende simpatizante de la causa popular. Ante estas vejaciones contra su imagen, el juez Marchena decidió limpiar su reputación a través de su dimisión a la candidatura a la presidencia del Consejo Superior del Tribunal de Justicia, a costa de acabar con el tan cuestionado pacto PP y PSOE.
La retirada de Marchena implica de forma directa al PP, ya que fueron ellos quien le propusieron y los responsables de su dimisión. Tras este fiasco para renovar el poder judicial, que era la única posibilidad del partido de mostrar estabilidad, tendrán que afrontar las inminentes elecciones. En la Moncloa se asegura que esta nube de errores se disipará tras las elecciones andaluzas del 2 diciembre. Donde se augura como perdedor al PP, además de que esta reciente noticia solo ha prendido la mecha para adelantar las elecciones.
Este martes, Sánchez ante estos sucesos aseguraba no saber nada de lo sucedido con Marchena. Y le parece «que su renuncia demuestra lo acertado de su nombramiento». Por último quiso hacer referencia, con cierta ironía, a la indignación del senador popular por la filtración de las conversaciones de whatsApp. Ya que si quería mantener oculta esta conversación no debería haberla mandado por un grupo constituido por 146 senadores, alegó.
El PP por el contrario reaccionó rápidamente dando por roto el pacto con el PSOE, protegiendo de esta manera a su portavoz, alegando que toda la culpa del problema reside en el gobierno. Sánchez por otra parte pide a los populares que rectifiquen y propone llevar a cabo el pacto con algunas cesiones por parte de ambos bandos: El PP abandonaría la idea de la mayoría en el CGPJ (los progresistas serian 11 de 20 vocales, los conservadores 9), aunque Sánchez permitiría que Marchena se mantenga como candidato. Quien ha declinado la oferta del secretario general de PSOE con una dura carta de renuncia.
A última hora de esta tarde, el Partido Popular ha presentado una reforma legislativa para que sean los jueces los que electores de los miembros del Consejo. Según su líder, Pablo Casado, se quería volver a un procedimiento constitucional. Lo cuál es falso, ya que fue en 1985 cuando el gobierno de Felipe González aplicó la reforma y ambos procesos de designación son igualmente constitucionales. El propio Partido Popular lo llevó al Tribunal Constitucional y este dictaminó a favor de la reforma. Si Casado lo ignoraba es inaceptable que un político desconozco este dato. Si lo conoce, sabe que ha mentido en sede parlamentaria a los ciudadanos.
