Los demócratas claman por la necesidad de un juicio político contra el presidente Trump dado el peligro que corre la democracia estadounidense.
Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de representantes, confirma la apertura de la campaña investigatoria contra Donald Trump. El detonante de ello ha sido la llamada telefónica que el presidente mantuvo en julio con su semejante ucraniano Volodímir Zelenski, en la que Trump pedía información acerca de los negocios de Hunter Biden, hijo de Joe Biden, (un competente candidato demócrata) a fin de desestabilizarlo.
Pelosi afirma que “nadie está por encima de la ley”, el presidente no puede hacer lo que “quiera” apoyándose en el artículo dos de la constitución, tal y como dijo él mismo. Las leyes que conforman la constitución estadounidense garantizan la seguridad y solidez, dos principios que la gestión de Trump ha puesto en peligro ya que ha socavado sus responsabilidades constitucionales.
Según expone la misma Pelosi, el Director Interino de Inteligencia Nacional bloqueó la información del funcionario que la filtró. Añade que evitar que llegue al congreso la cualquier violación de los deberes constitucionales conduciría a un nuevo capítulo de investigación.
Las respuestas de Trump
Por su parte, el presidente se pronunciaba vía twitter al respecto lanzando un mensaje en el que se preguntaba si los demócratas pedirían perdón por las acusaciones. Pregunta a la que él mismo se respondía afirmando que sí, ya que la llamada se mantuvo en un marco perfecto. A través de la misma plataforma afirmaba la animadversión hacía su figura como presidente no se había dado en ningún otro episodio del país y culpabilizaba a los demócratas.
Igualmente niega haber recurrido a la coacción abogando que ese no es su estilo: “No hice una declaración de que ‘tienes que hacer esto o no voy a darte ayuda’, sino que estuvieron hablando acerca de las ayudas europeas a Ukrania.