El Consejo de la Juventud de España presenta su último Observatorio de Emancipación Juvenil, que radiografía la situación socioeconómica con la que las personas jóvenes se enfrentaron a la pandemia. El Día Internacional de la Juventud adquiere este año un fuerte carácter reivindicativo de las necesidades de la juventud post- Covid19.
El Consejo de la Juventud de España (CJE) publica hoy la última edición Observatorio de Emancipación Juvenil (OBJOVEM), del segundo semestre de 2019, que recoge un análisis minucioso de la situación de las personas jóvenes en España en los albores de la crisis de la covid-19. Incluso antes de que la pandemia golpease, los datos de empleo y vivienda en relación con las personas jóvenes ya eran desalentadores: a finales de 2019, solo el 18,7% de la juventud española se había emancipado. Además, una de cada cinco personas jóvenes que trabajan se encontraba en riesgo de pobreza y exclusión social según la tasa AROPE, lo que las convierte en el colectivo de personas trabajadoras para el que, con diferencia, el empleo no supone una fuente de estabilidad económica y bienestar.
De las personas jóvenes que cerraron el 2019 con un empleo, un 55,4% lo hizo en puestos temporales, modalidad que ha acumulado unos importantes niveles de destrucción de empleo en los últimos meses. Además, las cifras indican que, en gran parte del territorio, cualquier modalidad de emancipación para una persona joven supone sobreendeudarse, es decir, dedicar más de un 30% de sus ingresos a la vivienda. Estas características primarias, y otros muchos datos que pueden consultarse en el informe, describen a una juventud precaria que, según indican las últimas tendencias, es el colectivo de mayor vulnerabilidad socioeconómica de cara a esta nueva crisis.
«Nos preocupa que el señalamiento que está habiendo sobre la juventud se construya sobre un estereotipo más que sobre datos reales. Es muy peligroso inventar tópicos y que estos se difundan en gran medida pues pueden llegar a afectar incluso a las medidas políticas que se tomen. Cuando se legisla sobre un tópico en vez de legislar sobre la realidad nunca se consiguen medidas útiles», explica Manuel Ramos de la Rosa, presidente del CJE. «En 2008 ya vimos como las únicas medidas en la crisis era prohibir el botellón, eliminar ayudas a organizaciones juveniles y dejar morir las casas de juventud. Ahora esas medidas han llevado a las personas jóvenes a ser el colectivo de edad con mayores tasas de paro y pobreza. Estamos repitiendo las mismas medidas que ya demostraron no ser efectivas.«
Desde el inicio de esta crisis, los estereotipos negativos sobre las personas jóvenes han encontrado eco en muchos sectores de la sociedad y medios de comunicación, a pesar de que la juventud ha demostrado sobradamente su implicación con la sociedad y su actitud propositiva en relación con las medidas necesarias para que la juventud no sea de nuevo quien pague las consecuencias socioeconómicas de esta crisis.
Es por ello por lo que el Consejo de la Juventud de España, con el apoyo de los Consejos de la Juventud territoriales, ha hecho público un manifiesto en el Día Internacional de la Juventud instando a los poderes públicos a asegurar el sistema de juventud. Para ello reclaman unas condiciones socioeconómicas dignas, basadas en un empleo de calidad, unas políticas de juventud transversales que cuenten con profesionales de juventud y aseguren la participación y la voz de las personas jóvenes en los espacios de toma de decisiones, fortaleciendo el ocio, el tiempo libre y el tejido asociativo juvenil. Estas demandas de las personas jóvenes afectan a todos los estamentos de la administración pública y tienen como objetivo global que las personas jóvenes no sean solo consideradas como una inversión de futuro, sino como sujetos de derecho en el presente.