Tras hacerse oficial la convocatoria de una nueva fecha para la fiesta de la democracia, el líder socialista, Pedro Sánchez, ha escrito una carta buscando nuevamente el apoyo del electorado progresista en un contexto donde solo existe la más plena frustración con la política española.
Por todos es conocido ya el desacuerdo entre PSOE y Unidas Podemos que ha desembocado en las elecciones que se darán el 10 de noviembre. Fecha la cual no para de suscitar preguntas sobre el futuro resultados de las mismas.
El Presidente de Gobierno en funciones ha aprovechado para mandar una carta en búsqueda de la confianza de sus votantes más fieles y de otros nuevos. Incluso llama a los votantes progresistas “que se inclinaron por otras opciones” a votar al partido socialista porque han comprobado que su voto no ha desbloqueado nada y ha sido “estéril” de cara a la formación de un nuevo gobierno. Como cualquier otro voto de cualquier otro partido, si no, no estaríamos en un nuevo proceso electoral, todo sea dicho.
A día de hoy hay una realidad tangible en la política española: la mayoría absoluta de un solo partido se ha acabado. Aunque parece que ciertos líderes políticos siguen empeñados en creer en la existencia de ciertos animales fantásticos dignos de una novela de J. K. Rowling. Pedro Sánchez, empeñado en la búsqueda del voto progresista, no menciona en la carta soluciones sobre futuras coaliciones ni alianzas que puedan desbloquear el gobierno de este país. Lo cual deja ver que está casi en precampaña electoral y en un acto casi suicida de la búsqueda de la mayoría absoluta socialista.
“L@s socialistas nos crecemos en las situaciones adversas. Somos constantes, porque nuestra perseverancia nace de la unidad y de la fuerza de nuestras convicciones.”
Carta de nuestro secretario general, Pedro @sanchezcastejon, a la militancia. ⬇️ pic.twitter.com/3M2vf1xnYY
— PSOE (@PSOE) September 22, 2019
¿En quién y bajo qué cantidad de votos la ciudadanía depositará su confianza? Preguntas que rodean debates y tertulias estos días. Pero, ¿a cambio de qué? Se necesita de la persuasión para convencer y argumentos sólidos más que un mero que un “votad bien”. Pedro Sánchez hablaba en su carta de un “triunfo incontestable” tras la fiesta de la democracia de abril, que “las derechas y la ultraderecha celebran como victoria esta situación”, pero no habla de la parsimonia con la que gestionó las negociaciones desde entonces y los continuos y rotundos “no” de septiembre.
La confianza pasa por desbloquearla, por argumentar para ello y por persuadir en su favor con coherencia. La confianza del voto progresista solo pasa por asegurar que habrá gobierno y acuerdo en detrimento de no tener mayoría absoluta. La confianza pasa por convencer con realidades y no por convencer con cazar el unicornio de los 176 escaños socialistas. La confianza solo pasa por la honestidad política. ¿Cuánto vale la confianza con el simple argumentario de “votad bien”?