El Brexit ha vuelto a poner en jaque la política parlamentaria británica, si es que alguna vez ha dejado de hacerlo, en una nueva oposición al plan de Brexit de Theresa May.
El Parlamento británico ha vuelto a decir no a un nuevo plan de salida de Reino Unido de la Unión Europea, y con ello deja a Europa, y a ellos mismos, en punto muerto. Reino Unido parece ha escogido la opción más peligrosa e incierta, la huida hacia adelante sin un verdadero plan para abandonar la UE y sobre todo, sin la unidad suficiente para lograrlo. La tensión y falta de acuerdos entre Westminster y el gobierno liderado por Theresa May es tal, que la única opción viable es solicitar a Bruselas una prórroga de la fecha legal de salida de Reino Unido para darle tiempo a May para que vuelva a intentar conseguir un acuerdo que complazca a propios y contrarios.
La primera ministra británica, Theresa May, ha solicitado por escrito a Bruselas una prórroga del plazo hasta el 30 de junio, con el compromiso de intentar que el Parlamento británico apruebe «lo antes posible» el acuerdo para abandonar la Unión.
Durante esta tarde, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, tras conversar por teléfono con May, señalaba la disposición de la UE a contemplar «una breve prórroga». Pero Tusk anticipaba prolongar aún más el plazo con la exigencia de que la Cámara de los Comunes aprobara antes un acuerdo de salida.
Theresa May ha defendido la solicitud de esta prorroga ante el Parlamento durante el pleno del miércoles, pero ha asegurado que no es partidaria de alagar ese período más de los tres meses solicitados.
May comparecía en un mensaje a los británicos para culpar al Parlamento de la falta de acuerdo sobre el Brexit. «Estoy de vuestra parte», ha afirmado al entender el hastío de Reino Unido ante esta cuestión.
Según afirma la prensa británica, esa posible prorroga no servirá para que sus señorías aprueben un posible acuerdo, ya que la única opción posible sería un pacto entre los conservadores y el Partido Laborista de Jeremy Corbyn -que trata de evitar un Brexit duro- al quedar autoexcluidos la DUP y los euroescépticos.
Theresa May acudirá mañana a la cumbre de la Unión Europea en la que deberá de defender su petición de prórroga ante unos líderes que están preocupados por la influencia que el Brexit pueda tener en las elecciones europeas de mayo. Donal Tusk en su cuenta de Twitter ha recordado que si Reino Unido no ha abandonado la Unión Europea para el domingo 26 de mayo, deberá presentarse a las elecciones a Bruselas.
