El Ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha mostrado su apoyo a la decisión de que Felipe VI no acuda a la entrega de despachos a los nuevos jueces de la Escuela Judicial de Barcelona: «La decisión se ha tomado analizando todas las variables y la ha tomado quien la tenía que tomar».
Además, ha señalado que se dan una serie de circunstancias por las cuales el Gobierno se ve obligado a proteger las instituciones y en consecuencia, la monarquía. Campo ha rogado no sobredimensionar este asunto, recalca que el compromiso del monarca con la Justicia es fuerte y que no existe ningún tipo de ruptura en este sentido.
En cuanto al posible indulto de los condenados del procès, el ministro ha recordado que es la obligación del Ministerio de Justicia tramitar cualquier indulto legal. Se ha defendido así de las críticas del líder popular, Pablo Casado, ha alegado que obviar estas peticiones si sería censurable por parte del ministerio, al poder incluso incurrir en prevaricación. Campo ha descartado que este perdón este ligado con las negociaciones con ERC, aunque celebra que haya una solución trasversal para este «conflicto político».
Asimismo, el ministro descarta una modificación a corto plazo de los delitos de sedición y rebelión del Código Penal. Ha confesado que él mismo trabaja en la elaboración de este borrador aunque atenderán a los plazos fijados por el tribunal Europeo de Derechos Humanos. Asegura que se trata de una reforma necesaria porque «la realidad ha cambiado», aunque será llevada a cabo por la «vía lenta» de manera que sea sometida a debate parlamentario.
Campo ha mostrado su rechazo a la decisión del PP de no renovar los órganos constitucionales, «no se puede ser constitucionalistas a tiempo parcial» ha alegado. A su vez, le preocupan las declaraciones del teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, quien denunció presiones ideológicas de ciertos compañeros.