Alberto Fernández asume la Presidencia de Argentina con una crisis económica como eje central

Fernández asume el cargo de presidente de Argentina en medio de una crisis económica y hace un llamamiento a la unidad para poder superar ‘’el rencor y el odio entre los ciudadanos argentinos’’ y acabar con la pobreza aliviando la deuda en la que está sumida el país.

El expresidente no peronista Mauricio Macri, fue el encargado de otorgarle a Fernández la banda y el bastón presidencial en una ceremonia donde tuvo lugar la Marcha Peronista y la cesión del cargo como presidente de Macri, cuya legislatura no deja un balance positivo en el país. Su mandato deja estragos como el derrumbamiento del peso frente al dólar, la deuda externa multiplicada, actividad económica caída, la inflación se ha disparado y la pobreza y el desempleo han crecido notablemente con Macri en el gobierno argentino. De esta forma, ahora será Alberto Fernández quien deba asumir la deuda que ha dejado el anterior gobierno y se compromete a apaciguar la brecha que estaba surgiendo entre los ciudadanos argentinos debido a la crisis económica.

Como primera medida, Fernández descarta el presupuesto redactado por el gobierno de Macri y asegura que »es imposible hacer proyecciones futuras económicas sin resolver la deuda». El proyecto del peronista consiste en aplazar el rembolso de los intereses, llevado a cabo por el FMI y recuperar en 24 meses una cierta estabilidad que consiga realzar la economía que no crece desde 2010.

El nuevo presidente recalca que su prioridad serán los más desfavorecidos que consta de un 40% de la población, ya que ese es el porcentaje de gente en Argentina que vive en situación de pobreza y precariedad. Advierte que los mayor beneficiados en el país deberán aportar un mayor porcentaje de impuestos. Anuncia también la creación de un Consejo Económico y Social, la emergencia sanitaria para paliar la decadencia de la salud pública y »transparentar los fondos de obras públicas». En el tramo final de su discurso, dedicó algunas palabras a la erradicación de la violencia contra las mujeres y la discriminación por cuestiones de raza, género o sexualidad.

Finalmente, Alberto Fernández concluyó su parlamento tras ser investido como presidente tomando juramento a sus ministros y saludando desde el balcón de la Casa Rosada a una multitud que se agolpaba en la Plaza de Mayo.