El PSOE se enfrenta a su primer reto tras las elecciones: la composición de la Mesa del Congreso. Este fue el tema central de la reunión que tuvo lugar el pasado martes en la Moncloa entre Sánchez e Iglesias. Ambos líderes han puesto la negociación en manos de sus respectivas portavoces parlamentarias, Adriana Lastra (PSOE) e Irene Montero (Unidas Podemos).
La ‘número dos’ de Podemos, Irene Montero, no ha negado en una entrevista a la Cadena Ser la intención de la formación ‘morada’ de aspirar a la presidencia de la Mesa del Congreso. Montero se ha limitado a pedir paciencia para las negociaciones y resaltó: “Mi formación no va a pactar para que Vox esté en la Mesa”, aún así puntualizó que Vox cuenta con diputados electos y que si consiguen un acuerdo con otras formaciones políticas, no pueden hacer nada.
La Mesa del Congreso está formada por nueve miembros. Según han apuntado fuentes socialistas a la agencia EFE, el partido socialista defiende que tres de los nueve miembros deberían ser de su formación como ganadores de las Generales. PP, Ciudadanos y Unidas Podemos contarían con dos representantes en este órgano. De ser así, PSOE junto con Podemos sumarían cinco asientos y se evitaría lo que según Adriana Lastra ha sido un bloqueo en los tres años que ha durado la última legislatura del PP.
La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, recuerda como “el Congreso ha estado bloqueado por la actitud de una Mesa que se ha comportado más como ‘hooligan’ del PP que como el órgano de gobierno del Congreso”. La portavoz socialista expresó la voluntad del partido de lograr que la Mesa de la Cámara sea representativa del Congreso que salió en las elecciones del 28 de abril.
Adriana Lastra subrayó que las conversaciones mantenidas por Pedro Sánchez con los dirigentes de PP, Ciudadanos y Podemos han de ser discretas ya que conllevan mucha negociación, entendimiento y diálogo. El tiempo se agota y ya se tiene la vista puesta en el 21 de mayo, fecha límite para la formación de la nueva Mesa del Congreso.