Santiago Abascal y Espinosa de los Monteros, diputados de Vox, cobraron 65.000 euros brutos procedentes del exilio iraní durante ocho meses.
Según fuentes consultadas por El País, los líderes de la formación de extrema derecha comenzaron a percibir los fondos del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI) un mes después de crearse el partido.
Vox se fundó en 2013 con un millón de euros de esta formación de oposición al régimen de la república islámica de Irán. El CNRI contó, además, con un brazo armado hasta 2012, considerado como organización terrorista por EEUU.
El dinero llegó a la formación política gracias a las gestiones de su fundador, Alejo Vidal-Quadras. Santiago Abascal, entonces secretario General, cobró 5.000 euros brutos entre febrero y octubre de 2014. El salario de Iván Espinosa de los Monteros, otro de sus principales dirigentes, ascendió a 3.083 brutos. Javier Ortega Smith rechazó percibir un salario.
Según los datos desvelados por El País el pasado año, las donaciones de estos salarios procedían de 141 transferencias internacionales enviadas por simpatizantes del exilio iraní desde diferentes países. Estas aportaciones, procedentes de un millar de simpatizantes, eran anónimas. Sus identidades no figuran en la contabilidad interna del partido ni en la cuenta que la formación abrió en una entidad catalana.
El dinero recaudado entre diciembre de 2013 y abril de 2014, un total de 971.890, 56 euros, fue destinado a costear la campaña electoral europea de 2014, así como los gastos completos de la formación. Solo dos donativos de esta campaña no procedían del movimiento de resistencia iraní, alrededor de unos 2.000 euros.
Tanto Abascal como Espinosa de los Monteros conocían la procedencia de sus salarios, como corrobora una afirmación de Vidal-Quadras para El País: “Abascal estuvo al tanto de todo, le expliqué mi relación con el CNRI y le dije que nos financiarían. Le pareció bien. Estaba encantado. No puso ninguna pega”.
El salario percibido por el líder de Vox, Santiago Abascal, durante los primeros meses al cargo de la formación fueron los primeros de su actividad política que no venían de las arcas públicas. Espinosa de los Monteros, por otro lado, mezcló su labor política en estos primeros meses con negocios privados.
