La violencia de género se cobra cada año en España decenas de vida. Desde que comenzó el año 2020 14 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas.
Mónica, Lorena, Judith, Manuela o Rosa son algunos de los nombres de las 14 mujeres asesinadas por sus maridos o exmaridos en lo que va de año. En 2019 fueron 55. En 2018, 51. 1.047 mujeres asesinadas desde que se comenzó a hacer recuento de estas víctimas en el año 2003.
Pero cuando hablamos de las mujeres víctimas de violencia de género dejamos fuera a chicas como Laura Luelmo o Diana Quer. Esto se debe a que solo se contabilizan a las asesinadas por sus parejas o exparejas. Si la víctima no conocía o no había tenido ninguna relación con el asesino, no se considera violencia de género.
La ley de Violencia de Género
En 2004 se aprobó la Ley de Violencia de Género que supuso la especialización en el ámbito judicial. Establece que en cada partida judicial habrá mínimo un Juzgado especializado en Violencia de Género. Sin embargo, más de 15 años más tarde, hay partidas judiciales sin este Juzgado. Por ejemplo, en Lugo debería haber nueve de estos Juzgados, pero no hay ninguno. Tampoco hay en Huesca, donde debería haber seis o en Ciudad Real donde debería haber 10. Como en todo, la llamada «España vaciada» es la que menos recursos tienen. A las provincias sin servicios judiciales especializados en esta materia, se suman Huesca, Teruel, Soria, Salamanca, Ávila, Guadalajara, Palencia o Cáceres.
Madrid es la excepción a esta tendencia. Tiene dos más de los 21 que debería tener. En el resto de provincias, ninguna alcanza los mínimos. El resto, están a la mitad. En porcentajes, la segunda provincia que más tiene es Barcelona, el 56% de los que necesitaría.
Los niños
El asesino de Mónica, primera mujer asesinada del año, también mató a Ciara, la hija de ambos de 3 años. Desde 2003, 35 niños han sido asesinados por los maltratadores de sus madres. A pesar de que en el año 2004 se aprobó la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, no ha habido grandes mejoras, pues cada año medio centenar de mujeres son asesinadas por violencia de género.
También sufren los niños que se quedan huérfanos por culpa de la violencia de género. Solo en 2019 fueron 46. Muchos de ellos tienen que presenciar las agresiones a sus madres e incluso llegan a estar presentes cuando las asesinan. No es la primera vez que un niño llama a emergencias para pedir ayuda porque su padre ha matado a su madre.
En muchas ocasiones, estos niños van a seguir dependiendo del asesino de su madre. Cuando estos menores necesitan ayuda psicológica para superar el trauma, es su padre, asesino de su madre, el que va a decidir si acude a terapia o no. No es de extrañar que muchos de ellos se nieguen a ello, lo cual agudiza las secuelas que el pequeño va a tener a largo plazo.
A pesar de todo esto, partidos de derecha y ultraderecha se esfuerzan por negar la existencia de esta lacra que afecta a las mujeres. Tratan de disfrazarla de «violencia intrafamiliar» y recortan las partidas presupuestarias destinadas a ayudar a las víctimas de violencia de género.
Por ello, este 8M las calles de España se llenarán de mujeres cansadas de esta situación y que pedirán que se ponga fin a los feminicidios y al resto de formas de discriminación que día a día sufren.