Este año lo pasamos, de forma extraordinaria, en casa. Mayo ha sido siempre un mes de lucha y reclamación. Hoy reivindicamos la gente que vemos, pero no tenemos en cuenta que su inestimable trabajo, nos era importante.
Hablo, como no podría ser de otra forma, de las que trabajan en supermercados, en hospitales y centros médicos, en servicios de mensajería, de repartidores, de peones de fábricas y de estibadores.
Todos y todas las personas que hemos trabajado durante el estado de alarma somos clase trabajadora. Todos y todas los que trabajaban y trabajan desde casa son, también, clase trabajadora. Este primero de mayo va dedicado a esas personas de las que nos hemos dado cuenta que su esfuerzo, sudor y lágrimas nos han ayudado a avanzar.
También va dedicado a las personas de origen extranjero que realizan el trabajo de tantos, necesario para otros muchos. El paro ha afectado a muchos sectores: servicios, restauración, turismo, industrias no esenciales, etcétera. Pero el paro en cuanto a personas extranjeras no ha bajado en tal porcentaje. Pues ellos realizan, como siempre, tareas esenciales.
La gente de Asturias, el año pasado tuvo que pasar por varias huelgas para reclamar mejoras laborales. Recordemos dos de ellas. La primera fue de las trabajadoras (sobre todo cajeras) de los supermercados Alimerka. Mujeres que no podían dar de comer a sus familias porque su salario no les llegaba. No les pagaban los descansos y tenían que trabajar más para poder llegar a las 40 horas.
La segunda, la huelga de pizzeros. Después de la decisión, por parte de Telepizza, que no se iba a pagar el SMI, los pizzeros iniciaron una huelga que terminó por lograr lo que se propusieron.
Los periodistas, aquellos que se juegan la vida, como los que van a la guerra para que podamos estar informados de las realidades de Yemen, Arabia Saudita o de los golpes de estado en Latino-américa. También aquellos que destapan la corrupción, aquellos periodistas que te informan si va haber algún tipo de afectación en tu día a día, si va a haber obras en la calle de al lado de tu casa. Todos ellos también son trabajadores. Hoy es su día.
LGTB y otros
Una vez más, nos es necesario mirar a otro lado. Somos muchos los que pertenecemos a ese colectivo que parece ser escuchado una vez al año. Esa gente que lucha por una vida digna que no le es dada por su sexualidad, su género o su orientación. Esas personas también son clase trabajadora, por mucho que no las tengamos en cuenta en nuestro día a día.
Construir una sociedad en la que las personas transexuales no se queden atrás. Ahora mismo este grupo de población sufre más de un 85% de paro. También sufren un 24% de los abusos laborales denunciados. Y estos datos, solo en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares.
La tolerancia debe ser parte de la base del trabajo. Sobre todo, la base de algo que construyamos entre todas las personas que usamos nuestro esfuerzo para salir adelante. Este uno de mayo es el día de la clase trabajadora. De toda y sin excepciones. ¡Nativa o extranjera, la misma clase obrera!
