Sería magnífico poder decir que en pleno siglo XXI no existe la violencia de género, que hay igualdad, que no se hace distinciones por ser hombre o mujer, etc. Pero no, no es así.
No solo ocurre en España, si no que ocurre en todo el mundo, en todas las clases sociales y en cualquier ámbito de la sociedad, siendo muchas veces víctimas de dicha violencia sin nosotras saberlo.
Según el INE, el pasado año en España hubo 31.911 víctimas de violencia de género, aumentando en un 2% respecto al año anterior, habiendo causado 55 muertes de mujeres asesinadas a mano de sus parejas o exparejas, siendo la cifra más alta desde hace un lustro. Es sorprendente, ver como las victimas aumentan en vez de disminuir, eso es señal de que algo estamos haciendo mal.
Tenemos tan arraigados ciertos comportamientos, ciertos vocablos, que, sin darnos cuenta, somos machistas y ejercemos muchas veces la violencia sin ser conscientes, todo esto, por el sistema patriarcal en el que vivimos. Es necesario, para todas y todos, que seamos conscientes de todo lo que aún nos queda por luchar para conseguir erradicar la violencia de género y todo lo que hemos conseguido hasta hoy en día.
Es muy importante que, para que el día de mañana no haya ni una sola víctima de violencia de género, eduquemos a las niñas y los niños desde pequeños, porque se puede, educando en coeducación, sin que ellos vean que hay dos géneros y que nos corresponde una cosa u otra, porque el maltratador no nace, se hace y en la sociedad en la que vivimos, educamos a nuestros hijos como si tuvieran que ser guerreros, fuertes, sin sentimientos, mientras que a las niñas las educamos como princesas, débiles, sumisas… Desde ese momento, estamos educando a nuestros
hijos e hijas en el machismo.
La violencia de género afecta a la mujer en todos los ámbitos de su vida, y siempre, negativamente, impidiendo su participación en la sociedad y en su propio bienestar. No es necesario llevar sufriendo años la violencia, si no que se puede dar en un momento dado. La lucha contra la violencia de género, no es solo cosa de las mujeres, los hombres también deben acompañarnos en esta lucha, ya que son los primeros que nos tienen que ver como iguales, no tienen que sentirse superiores a nosotros en ningún momento.
Por lo tanto, para no seguir educando en el machismo y en el patriarcado, debemos empezar desde el minuto uno a no enseñar mal a nuestros descendientes. Debemos hacer una lucha desde el respeto y la sororidad con todas nuestras compañeras, saber que nunca estamos solas y que
somos muchas las que luchamos contra esto, porque muchas compañeras de lucha las hemos perdido en el camino y todo esto, lo tenemos que hacer por nosotras, por las que no están y por todas las que vienen, sin olvidarnos de todos los hombres que nos acompañan en esta lucha y están con nosotras al pie del cañón, que son muchos.