Romano Fenati, piloto italiano de 23 años, vuelve a ser noticia, esta vez, por su acoso en las redes tras su incidente con Stefano Manzi en San Marino.
Tictac, tictac… Comienza la cuenta atrás para Romano Fenati, que espera con ansias volver a competir. El 21 de febrero prescribe la prohibición que le impuso la FIM de poder competir en el Mundial. Este fue su castigo por tocarle el freno a Stefano Manzi en plena recta a 217km/h. Esta acción le costó sanción y el despido por parte del equipo en el que competía hasta la fecha en Moto2. Asimismo, por la gravedad del incidente, la Federación Italiana le retiró su licencia para impedir toda actividad deportiva, tanto a nivel nacional como internacional. A Romano Fenati lo castigaron, no solo los altos cargos del mundo del motociclismo, sino el mundo entero.
Esta temporada vuelve a Moto3 de la mano de Snipers sin olvidar los malos momentos por los que ha pasado estos meses. “Las redes sociales me juzgaron antes que los tribunales. Ya tenían listo mi ataúd”, comentaba al respecto en un reportaje de La Gazzetta dello Sport.
Romano Fenati (motogp.com)
Errores y aprendizajes
En cuanto a su incidente en San Marino, Fenati aseguraba: “He caído en provocaciones. En varios episodios, varias veces y en varias fechas, y no solo en carrera. Hay pilotos que somos así y otros que son más correctos. Aun así, nadie es un santo, todos cometemos errores. No quiero tirar a ningún piloto. Si gano por méritos propios bien, pero entrar para hacer el figura y caernos los dos al suelo, no es para mí”.
Las redes sociales se han volcado en castigar a Romano Fenati, hasta el punto de que el piloto ha llegado a recibir amenazas de muerte. “Peores cosas me han pasado en el campeonato italiano, pero nunca se formó este circo. Hay pilotos que hacen las cosas con toda gracia divina. Ahora sé cómo funciona”, explica. Sin embargo, Fenati aún sigue viendo el lado bueno y bromea sobre su acoso en las redes: “Alguien señaló que es tan complicado tocarle los frenos a otro en carrera que, por el gesto técnico, merecía ir a MotoGP”.
El poder de las redes sociales
Asimismo, Romano recuerda el momento en el que todo cambió y comenzó el padecimiento: “Fui a Dirección de Carrera, junto a Manzi, y me escucharon. Todo parecía estar bien, explicamos lo que pasó y nos dimos la mano. Me disculpé porque, a diferencia de él, fui descarado y me sancionaron con dos carreras. Esto en el fútbol es poco, pero no en las motos. ¿Y qué pasó luego? De todo. Fue un efecto dominó. Todo lo ocurrido, desde quitarme la licencia hasta mi despido, lo desencadenaron las redes”. Nunca se ha puesto en duda el poder que ejercen las redes sociales. No obstante, el piloto señala que “son un tribunal real y emitieron un fallo mucho antes que un tribunal normal. Me condenaron sin apelación. Ya tenían listo mi ataúd”.
En cuanto a cómo este suceso influye en su vida diaria y en la de sus familiares, el piloto afirmaba: “Admito mis errores, con el atenuante de la adrenalina, pero quien te amenaza de muerte desde el sofá, no tiene adrenalina. Se ha puesto de moda insultarme. En Instagram, al menos una vez por semana, hay alguien que me escribe “mierda”. No le respondo, pero mis amigos y mi familia no se han dado por vencidos”.
