Jorge Lorenzo resurgió en el Gran Premio de Mugello ante la afición Ducatista.
Jorge Lorenzo se proclamó como claro vencedor en el Gran Premio de Italia consiguiendo así su primera victoria con Ducati.
Los días no han sido fáciles para el español que sin dudarlo ha reconocido estar en su peor momento deportivo. Comenzaba un año nuevo y con él las ganas por conquistar la GP18. Solamente han transcurrido cinco carreras y Lorenzo ya tenia la mirada de Italia clavada en sus resultados. Con las amenazas pendientes de la fabrica de Borgo Pagnigale con su no renovación en el box rojo, dependía así a un todo o nada en Mugello. Pero las noticias vuelan y Lorenzo tras las declaraciones del CEO de Ducati, Claudio Domenicali, desvelo tener un contrato con otra fabrica.
Parece que estaba todo solucionado en el box del español, que aseguraba su continuidad en MotoGP por dos años más. Pero esto no lo detuvo para destacar durante la qualy y la carrera.
Volvió el martillo en Mugello
El balear comenzaba la carrera desde la segunda posición, que tras apagarse las luces del semáforo se convirtió en liderato. La gran salida que tuvo, propia del piloto español, le ayudo a conseguir unos metros de distancia de sus perseguidores, mientras en la parte de atrás se disputaban la posición: Marc Márquez, Valentino Rossi y Andrea Dovizioso.
Las vueltas fueron pasando y lo que parecía una carrera en grupo fue rota por la sutil escapada de Jorge Lorenzo desde los primeros compases de la carrera. Tanto que hasta llego a un nuevo récord de vueltas lideradas con su GP18 en carrera. Pero no todo estaba cantado porque su compañero de equipo, Andrea Dovizioso intentaba seguir el ritmo del español mientras los segundos de ventaja aumentaban. Con el neumático desgastado pudimos ver al Jorge Lorenzo que nos tiene acostumbrado. Como un martillo calcaba los tiempos vuelta a vuelta, rodando en (1:18) levantando así una gran diferencia de segundos con respecto a su compañero, Andrea Dovizioso, que derrotado tuvo que reducir el ritmo tras el gran desgaste en sus gomas.
A falta de cinco vueltas Jorge Lorenzo rodaba solo en Mugello con una ventaja de más de seis segundos. Fue así como Jorge Lorenzo firmaba su primera victoria con la Desmosedici llenando de gloria al español. Eufórico volvió a blandir su bandera dando la vuelta de honor y deteniéndose en la curva de los Ducatistas clavandola. En Ducati la celebración estuvo marcada por una alegría agridulce, tras saber que Lorenzo no seguiría en el trono rojo.
Tras esto Jorge Lorenzo volvía a subirse al podium tras más de un año. Volviendo así a realizar su particular salto desde lo más alto del cajón.