El pasado fin de semana en Holanda, IRTA, la asociación de pilotos, decidió reducirle los días de test al equipo naranja de KTM en Moto2 de cara a la llegada del motor Triumph al campeonato.
El equipo austriaco de KTM cuenta con un presupuesto ilimitado además de contar también con todo el apoyo directo de la fábrica en una categoría en la que el resto de equipos prácticamente no compra chasis y los ajusta al motor único con el que cuentan.
En esta categoría, Moto2, para la próxima temporada se va a producir un cambio de motor del Honda con el que corren actualmente, al Triumph. A partir de 2019 y hasta 2021, será Triumph el motor con el que corran los pilotos de la categoría intermedia.
El revuelo de Triumph
Este cambio, ha producido que muchos equipos programen test con sus pilotos para probar el nuevo motor tricilíndrico de 765cc y 133 CV de potencia de base y 80 nm de par, como hizo en Aragón hace unas semanas Kalex, NTS o el propio equipo holandés de KTM.
Sin embargo, este recorte de días de test viene porque la marca holandesa cuenta con su propia escuadra de test, con la que por el contrario no cuentan otros equipos como Speed Up o NTS.
Por esta razón y con el único propósito de que una marca no destaque por encima del resto, ya que una de las características principales de esta categoría de Moto2 en el mundial es la igualdad entre las marcas, en IRTA se decidió que KTM tendrá muy limitados sus entrenamientos, en lugar de la libertad absoluta con la que contaban hasta el momento.
La marca holandesa, por su parte, ha entendido esta decisión y las razones por las que se ha tomado esta decisión y ha aceptado esta medida de carácter inmediato, de buen grado.