El actual campeón del mundo de Fórmula 1, Lewis Hamilton, tiene bastante claro que el principal culpable de que no pudiera luchar por la victoria en Melbourne fueron los daños en su fondo plano.
Mercedes consiguió un fin de semana casi perfecto en el Gran Premio de Australia. Valtteri Bottas, que salía segundo, se hizo con el mando desde el principio y no soltó hasta el final, sumando además la bonificación por vuelta rápida (punto extra). Sin embargo, no todo es felicidad absoluta dentro de los muros del equipo de las flechas plateadas.
Lewis Hamilton, el hombre que salía en primera posición, se diluyó en carrera, y a pesar de llegar segundo, se fue decepcionado de Australia. El de Stevenage notó que su coche, el W10, no iba como siempre ha ido, a pesar de que Mercedes no quiso enseñar sus cartas hasta que llegó la clasificación en Albert Park y tiene motivos por el rendimiento del monoplaza.
Fondo plano, el culpable de los males
«No tenía forma de saber que era el fondo plano. Sentía que algo no iba bien, pero no puedes obsesionarte, tienes que intentar trabajar con lo que tienes. Me podía mantener a la altura de Valtteri hasta entonces, pero luego comencé a sufrir con la parte trasera. No estoy seguro de la causa porque no me salí de pista ni nada así en ningún sitio«, aseguró para Motorsport.com.
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«El daño afectó a una parte delicada del fondo plano. Trabajamos muy duro para conseguir el equilibrio correcto y sentí que tenía buen ritmo el fin de semana, trabajamos duro para conseguir una buena configuración y de repente, el coche era completamente diferente con respecto a las vueltas de formación y al de las tandas largas, así que es genial ver que hubo una razón. Vamos a pasar página», concluyó Hamilton.
Mercedes confirma este mal
Mientras tanto, desde Mercedes confirman lo que sospechaban: que fue el fondo plano. El jefe de estrategia del equipo germano, James Vowles, así lo aseguraba:
«Es una zona muy sensible aerodinámicamente hablando«, comentaba Vowles. «Creemos que el daño se causó durante la carrera al pasar por encima de los pianos. El coche se vio afectado en su balance y en la carga aerodinámica».
Esto se debe a que el choque entre Daniel Ricciardo, de Renault, y Robert Kubica, de Williams, dejó rastros, huellas de sus alerones y esto lo pudo recoger el W10 de Hamilton, matando sus opciones para la victoria en el circuito de Albert Park.
«Lewis tuvo una tanda muy larga con los medios porque paramos temprano para cubrir el ataque de Vettel, y además de cuidar las gomas, los daños en el fondo plano agravaron más los problemas de durabilidad, así que hizo un gran trabajo para acabar la carrera«, finalizó.
