El sol lucirá en el GP de Canadá, haciendo que sigamos sin poder disfrutar esta temporada de un gran premio bajo la lluvia y todo lo que ello supone.
Pese a las latitudes en la que se encuentra, el GP de Canadá no suele ser un gran premio tradicionalmente lluvioso. El último que recordamos es el del 2011 que resultó ser uno de los mejores espectáculos que nos ha regalado el Gilles Villenueve.
Sol y sombra
Este año tendremos un tiempo despejado con sol y nubes con una temperatura que irá subiendo conforme avanza el fin de semana. Arrancando el viernes con temperaturas que estarán en torno a los 25 grados, dos grados por encima a lo que veremos el sábado.
Esta diferencia puede parecer insignificante, pero puede cambiar por completo el rendimiento de los neumáticos para la clasificación. Además, la pista al ser un trazado semiurbano y dentro de un parque, estará bastante verde y deberá mejorar de forma exponencial.
El domingo, por contraposición, tendremos 27 grados siendo el día más caluroso por lo que habrá que observar el comportamiento de las Pirelli en una pista más caliente y engomada. El viernes será el día para las simulaciones de carrera, quizás los equipos opten por rodar en Libres 1 de manera más o menos regular, para tener lo más engomada posible la pista para la segunda sesión de prácticas con el objetivo de hacer las simulaciones de carrera lo más fidedignas posible.
Al dejar Europa atrás, no tendremos categorías soporte que acompañen al ‘Gran Circo’, lo que hará que la pista mejore más lentamente, ya que solo rodarán los monoplazas de Fórmula 1. Para ver de nuevo carreras acompañadas demás categorías deberemos esperar hasta el regreso al viejo continente.
Por último, mencionar también el viento que estará en torno a los 10km/h en los tres días. Tendremos que estar atentos a cómo sopla sobre todo en la recta de atrás. Si este sopla de cola, será más difícil hacer perfecta esa última chicane que es vital para una buena vuelta.