Luca Marini cerró un año que nunca olvidará porque ha conseguido su primera pole y su primera victoria en Moto2 desde que llegase en 2015.
Duros comienzos
El inicio de la temporada es siempre un momento especial, ya que supone el momento de demostrar lo que no pudiste hacer el año anterior y que eres incluso mejor que entonces. Pero para Luca Marini el comienzo de año no fue nada fácil.
De hecho, sus resultados fueron peores que el año anterior ya que en las primeras seis carreras sus resultados fueron: noveno, décimo sexto, décimo tercero, dos abandonos seguidos y séptimo. Mientras que en 2017 en esas mismas carreras fueron: 6º, 12º, 10º, 5º, abandono y 6º.
Estos resultados no consiguieron ni mucho menos desmotivarlo y demostró en el resto de la temporada que es un piloto mucho más maduro y competitivo que años atrás.
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Catalunya nuevo punto de partida
El Gran Premi Monster de Catalunya, significó el punto de inflexión que marcaría la temporada del italiano. Aunque el resultado no fue ni mucho bueno, ya que acabó fuera de los puntos, pero a partir de ahí todo serían grandes resultados.
En Holanda, anotaría el que sería su segundo mejor resultado de la temporada y en las tres siguientes carreras encadenaría tres podios con dos terceros puestos y un segundo. En ese mismo gran premio done se upó a la segunda plaza, Marini, se llevó la que es su primera pole en Moto2 por ello el circuito de Brno siempre formará parte de su historia como piloto.
En San Marino sufriría un pequeño bache con un abandono, pero volvería a anotar puntos en Aragón y a subirse al podio con una segunda posición en Tailandia. Tercer podio de la temporada, pero ninguno con sabor a victoria, así pasaron Japón (9º) y Australia (5º) hasta que llegó.
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Malasia, fin de semana redondo
En el Gran Premio de Malasia, Luca Marini, se adjudicó la que hoy en día es su única victoria en Moto2 en una gran carrera donde tuve que manejar los tiempos para mantenerse en primera posición después de los ataques de Oliveira que debía ganar para evitar el alirón de Bagnaia.
Oliveira no evitó el alirón ni la primera victoria de Marini. Que vio como su hermano, Valentino Rossi, desde el muro le veía ganar con la moto de su equipo. Por si fuera poco, Marini, anotó la vuelta rápida de la carrera.
El año acababa con un abandono en Valencia, pero aun así acabó séptimo en el campeonato con 147 puntos, que supone una gran mejora con respecto a 2017 donde fue decimoquinto con 59 puntos.
