El japonés se hace con la victoria en las 500 millas de Indianápolis por segunda vez en su carrera. Se da la particularidad de que la primera vez que ganó también participó Fernando Alonso en 2017.
Poco más de tres horas ha durado la 104ª cita de una de las carreras más famosas del mundo. Y se ha hecho larga para los españoles Fernando Alonso y Álex Palou. El ovetense no ha podido más que ser 21º y el catalán perdió el control de su monoplaza en la vuelta 122. Incluso los comentaristas de la televisión americana se lamentaron con la mala suerte de Palou, que debutaba este año y estaba firmando una grandísima actuación, sobretodo desde la mitad de carrera.
Fernando Alonso ha vuelto a sufrir problemas mecánicos en su monoplaza, pero por otro lado ha conseguido acabar la carrera, cosa que no pudo hacer en su primera visita al mítico óvalo. En una parada en boxes, el futuro piloto de Renault en F1 sufría un fallo en su caja de cambios que le dejaba sin primera marcha, lo que le obligaba a entrar en punto muerto a boxes y salir de nuevo a pista engranando segunda. Sin embargo, su ritmo en carrera nunca fue bueno y en ningún momento pudo plantearse el asedio a la triple corona. Algo que tendrá que esperar como mínimo dos años, ya que el asturiano ha asegurado que no disputará la prueba americana, ya que quiere centrarse en el campeonato de Fórmula 1 en los años que tenga de contrato con la escudería francesa.
Sato vuelve a bañarse en leche
El último ataque a la victoria comenzó a 30 vueltas del final de la carrera. Tras una relanzada, el japonés robó el primer puesto a Scott Dixon, y ambos comenzaron una batalla que incluso perduró más allá del encuentro con los pilotos doblados. Cuando quedaban cuatro vueltas para el final, un fuerte accidente de Spencer Pigot contra el muro y posterior golpe a la entrada de boxes condicionaría la carrera. Una bandera amarilla que llegaría al final y vería cómo el piloto nacido en Tokio se hacía con la victoria. Mientras, los servicios de emergencia trataban a Pigot, que ha sido trasladado al hospital, aunque medios desde el circuito apuntan a que el corredor en ningún momento perdió la consciencia.
