Hoy, hace un rato, se anunciaba lo que durante muchos años se decía y rumoreaba. Este año se ha hecho oficial. El mundo de la F1, en el GP de Abu Dhabi de esta temporada, dentro de 9 GPs, llorará su despedida. Otro grande de esta categoría que abandona la competición. En este artículo diré cómo siento yo la marcha de Fernando de la F1.
Yo de pequeño, era parecido a él. Prefería jugar con un coche antes que con un balón. Él me descubrió el genial mundo de la F1 y del motorsport. Siempre ha sido mi ídolo. Desde que empecé a ver la F1 de continuo allá por 2005, apenas me habré perdido 10 carreras de las más de 200 que ha habido entonces. Todo por ver qué era capaz de hacer «El nano». Desde el GP de Japón de 2014 no me he perdido una sola carrera. Sí, ha sido la peor época, en cuanto a resultados se refiere, de Fernando, pero también me ha servido para aprender a disfrutar más del deporte.
La salida de Fernando de la F1, se empezó a fraguar el año pasado, con su aparición en la mítica carrera de las 500 millas de Indianapolis. Empezó a sacar la cabeza de la burbuja que es la F1. Este año, con su actuación en las 24h de Daytona y disputando simultáneamente WEC y F1, se sabía, o al menos se podía intuir, que poco le quedaría en la F1.
vía: F1.com
Personalmente, me duele mucho que el asturiano se marche de la F1. Tanto por mí, porque he crecido viéndole en la F1 y, como he dicho antes, descubriéndome un mundo muy interesante. También me duele por la afición española que, pese a que, esté Carlos Sainz, habrá una buena parte, que dejará de ver la F1. Por otro lado, lo que está haciendo Fernando, es algo tremendo. El ovetense sigue descubriéndonos competiciones emocionantísimas.
Me gustaría acabar el artículo con un mensaje para Fernando: Fernando, gracias por habernos regalado tantas emociones, gracias por habernos (a algunos) este genial mundo que es el motorsport, gracias por hacernos vibrar con cada maniobra tuya, gracias por emocionarnos, hacernos reír, llorar… GRACIAS en mayúsculas por regalarnos domingos inolvidables. Fernando, yo, aunque me quede sólo, te seguiré hasta el fin del mundo. Para mí eres el mejor.
