Septiembre, el mes de la moda por excelencia, vuelve a llenarse de movimiento, mientras las principales capitales del mundo se disputan los desfiles y eventos, en los que lo primero y más importante vuelve a ser las tendencias.
Londres, Nueva York, Milán y París, son las grandes ciudades que sirven de punto de encuentro para diseñadores, modelos y celebrities que hacen del mes de septiembre uno de los más especiales del año.
En esta cita, hemos podido ver las tendencias que marcarán la próxima primavera-verano 2020, y cómo los diseñadores se siguen reinventando a ellos y a sus propias firmas, llevando la actualidad hasta sus diseños, cómo es el caso de Stella McCartney.
La era de la sostenibilidad
La diseñadora británica triunfó este lunes en la semana de París. El motivo fue su apuesta por reivindicar la lucha contra el cambio climático con una colección sostenible y con diseños compuestos principalmente por motivos florales y estampados que tenían como objetivo evocar al reino animal.
Menos reivindicativo, pero igual de imponente, pudimos ver a Gucci. La firma italiana rompió con su habitual estética pretenciosa para presentar diseños con el fin de “reflexionar sobre las nuevas reglas de la elegancia”, cómo afirmó Alessandro Michele, diseñador de la firma, minutos después del desfile.
Por otro lado, Versace y Armani también vivieron sus momentos de gloria, y es que ambos diseñadores apostaron por regresar a sus orígenes.
Donatella Versace, volvió a hacer gala de su talento, y es que, tras la puesta en escena de sus diseños, la marca cerró el desfile en compañía de Jennifer López, llevando un vestido que parecía conocido…¡Y claro que lo era! La cantante puertorriqueña había vuelto a lucir el vestido con estampado de palmeras, que la firma le había diseñado hace 20 años para los premios Grammy.
En el caso de Armani, el regreso fue de una forma más discreta. El lugar elegido para la celebración del evento, el patio del palazzo milanés, no fue mera casualidad, ya que el edificio sirvió de escenario para los desfiles de la marca hace más de 15 años.
Lucha por la diversidad
Por su parte, las semanas de Nueva York y Londres también dieron para mucho. En la primera de ellas, el encuentro más destacado fue el de Tommy Hilfiger, que junto con la actriz Zendaya, crearon una colección, dónde la protagonista fue la diversidad.
Ambos diseñadores arriesgaron por volver a los años 80, luciendo conjuntos que ponían en evidencia el empoderamiento que hay detrás de la marca. En este caso, el lugar también jugó un papel muy importante, ya, que se trataba del teatro Apollo de Harlem, famoso, por acoger a grandes artistas estadounidenses a lo largo del tiempo, como fue el caso de Michael Jackson.
La comunidad negra, el feminismo y la variedad de tallas, fueron solo algunos de los temas que la marca reflejó en el evento que logró dejar a los invitados con la boca abierta.
Y si es de diversidad, también se debe hablar de la semana británica, en la que Erdem destacó por encima de las demás, a pesar de la dificultad de la tarea.
La ruptura de diseños más femeninos, y la apuesta por reflejar la cultura mexicana mezclada con toques masculinos, victorianos y románticos, dejaron fácil imaginar cómo sería la Frida Kahlo moderna.