El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado que las piscinas municipales abrirán con un 30% del aforo y con turnos el próximo día 1 de julio.
Las piscinas municipales madrileñas van a seguir el ejemplo de las dependientes de la Comunidad de Madrid y abrirán sus puertas el próximo día 1 de julio, pero con restricciones respecto a otros veranos. El aforo estará limitado al 30%, aunque se podrá ampliar si las autoridades sanitarias lo permiten. Además, se han establecido dos turnos diarios: uno de 11:00 a 15:30 y otro de 16:30 a 21:00. Esta reducción se verá reflejada en el coste de las tarifas, que bajarán un 50%.
En total, 13 de las 22 piscinas de Madrid abrirán sus puertas este verano, a las que se les suman, como medida especial, otras 13 piscinas cubiertas. Desde el área delegada de Deportes, encabezada por Sofía Miranda, han diseñado un plan para que el mayor número posible de usuarios puedan acceder a las piscinas municipales este año.
Este verano también cambiará la forma de comprar las entradas a estos recintos. Desde el Ayuntamiento se ha puesto en funcionamiento una aplicación móvil específica para las piscinas municipales, que además permitirá llevar un mejor estudio del aforo y tickets vendidos. También se podrán adquirir por teléfono o a través de la página web del Ayuntamiento.
Cada comprador podrá adquirir todas las entradas que quiera, pero solo podrá hacerlo en uno de los dos turnos establecidos. Al igual que otros años, se van a reservar un número de entradas para personas con movilidad reducida, que será proporcional al aforo permitido. Además, la vicealcaldesa Begoña Villacís ha anunciado que se está buscando la forma de dar preferencia a determinados colectivos, como las familias con niños.
Medidas de seguridad higiénico-sanitarias
El Consistorio ha establecido una serie de medidas de seguridad para la vuelta a las piscinas, como guardar la distancia de seguridad entre personas de dos metros. Además, se van a contratar 670 personas para realizar labores de limpieza que antes de incorporarse deberán pasar por una prueba PCR. Sin embargo, Villacís apunta que este servicio no se va a poder disfrutar como siempre. Entre las restricciones para los usuarios se incluye la imposibilidad de usar las duchas o de comer dentro del recinto. También se colocarán carteles y señales para controlar los flujos de usuarios y evitar aglomeraciones.
