El deporte de la región se ve sometido en numerosas ocasiones al manejo paupérrimo de la Economía
Castilla-La Mancha tiene una cuenta pendiente con el deporte. Es cierto que ha tenido equipos legendarios como el Albacete Balompié de la década de los 90 que se codeó con los mejores equipos del fútbol español. Tampoco se quedan atrás el BM Ciudad Real o el Castilla-La Mancha FS que llevaron a la región al panorama regional.
Finalmente, dos de los últimos clubes mencionados acabaron desapareciendo. Hipotecar los respectivos proyectos deportivos a los fondos adquiridos a costa del contribuyente han acabado teniendo sus consecuencias. Para ser exactos, Ciudad Real es un ejemplo de nefasta gestión en el panorama balompédico.
El Manchego de Ciudad Real se ha visto abocado en dos ocasiones a la desaparición. Esta última temporada tampoco ha invitado a la esperanza. Equipos como el Leganés, Getafe o Eibar se han formado teniendo unas bases sólidas en las categorías semi-profesionales.
Mientras tanto, el conjunto ciudarrealeño se dejó parte del capital en fichar a Mathias Pogba, hermano del Campeón del Mundo francés Paul Pogba. Sin duda, se trató de un golpe mediático espectacular que incluso puso el nombre del club en El Chiringuito de Jugones.
Nada más lejos de la realidad. El desembolso de la entidad fue inversamente proporcional a su rendimiento. Jugó 15 partidos y solamente marco dos goles. Pero es injusto catalogar su labor en goles. En pleno siglo XXI, hay delanteros que tienen la función de generar espacios para que la segunda linea pueda perforar la meta rival. Giroud fue el 9 de Francia y su trabajo sin balón fue digno de admirar.
Pero Mathias se arrastró por el campo. Las arrancadas carecían de velocidad punta y la agilidad en determinados movimientos brillaban por su ausencia, demostrando carencias físicas y tácticas. Para colmo de los males, no se presentó a los entrenamientos tras la vuelta de Navidad. Días más tarde, el Lorca anunció el fichaje del propio Mathias. A día de hoy, el equipo «culipardo» continúa intentando saldar sus deudas con los jugadores que han vestido la zamarra azul.
‼️‼️COMUNICADO OFICIAL🔵⚪️‼️‼️ @RaresGabriiel @Alvaro17RJ 👏🏻👏🏻👏🏻 pic.twitter.com/6MbHd8FyDv
— C. D. Manchego Ciudad Real (@CDManchegoCReal) June 24, 2020
No obstante, el municipio ciudarrealeño ha respirado mayores tintes de balonmano. Muchos nostálgicos sueñan con volver a tener noches de gloria en la Plaza Mayor siendo la principal alternativa del Barcelona. A día de hoy, el BM Vestas Alarcos encadena una serie de temporadas en División de Honor Plata. El ascenso está siendo su principal objetivo.
16 exjugadores del Vestas BM Alarcos Ciudad Real, Brian Negrete, Manu Díaz, James Lewis Parker, Martín Molina, Toni Sarió, Héctor González, Josh da Silva, Manu Vázquez, Diego Reyes, Miguel Tejedor, Jorge Maestre, Nelson Espino, Victoriano Alises, Vicente Poveda, Cesar Beret y Konstantinos Kotanidis han señalado al presidente del club, Juan Pablo Marciel.
Han negado toda falta de profesionalidad, añadiendo que “hay deudas con jugadores de temporadas pasadas y que a día de hoy NO han sido saldadas”. No es para menos, el Quijote Arena suele encontrarse prácticamente vacío y para colmo, parte las subvenciones proceden de fondos públicos.
Parece que es la pescadilla que se muerde la cola. Mientras tanto, el Viña Albali Valdepeñas ha realizado una temporada histórica. Ha conseguido clasificarse para los play-offs, llegando a la semifinal y llegó a la final de la Copa del Rey. Su proyecto se ha ido cociendo a fuego lento y la industria vitivinícola ha aportado su granito de arena. Sin embargo, su financiación también tiene tintes de los fondos de la Junta.
Sin duda, nos encontramos ante la enésima repetición de los errores del pasado. Al final, las consecuencias las suele pagar una afición ilusionada por ver la marca de su tierra en los principales rincones deportivos de nuestra geografía nacional. Estamos a tiempo de rectificar.