Yeray Mellado, secretario de S’Ha Acabat: «somos la única asociación constitucionalista joven»

La aparición de S’Ha Acabat supuso hace dos años una auténtica revolución dentro de las organizaciones juveniles en Cataluña. Defendiendo una política en Cataluña más allá del procés, Yeray Mellado nos esboza el futuro de la que definen como «única asociación constitucionalista joven».

Pregunta. ¿Cómo se creó S’ha Acabat!? ¿Cuál era su principal objetivo?
Respuesta. S’ha Acabat nace de un grupo de jóvenes, de todos los ámbitos de la sociedad, más ilusionados que enfadados y cuyo objetivo es impedir que el nacionalismo siga siendo hegemónico, tanto en la sociedad como en las instituciones catalanas. Estamos convencidos que para ello no hay otro
camino que la unión de todos los españoles y la defensa del Estatuto de autonomía y de la Constitución Española, pilar fundamental de nuestros derechos y libertades.

P. ¿Qué creéis que habéis aportado a la política catalana?
R. Creo que lo más importante que hemos hecho es organizar ese espacio político joven que estaba desorganizado y disperso. A día de hoy somos la única asociación constitucionalista joven, un punto de encuentro y esto es un motivo de orgullo.

P. ¿Cuál crees que es la posición de la juventud en política? ¿Quiere sumar para ayudar? ¿Los políticos cuentan con ella?
R. Los jóvenes en política tenemos un papel fundamental y creo que quienes nos metemos en esto, que no es nada fácil, somos ejemplo de compromiso con la sociedad en que vivimos. Estamos para aportar y sumar esfuerzos junto a nuestros mayores, y en la estrategia política esto es primordial. Nosotros hemos conseguido llevar al Parlament de Catalunya iniciativas para la defensa de los intereses de muchos jóvenes catalanes. Sin la ayuda de algunos grupos políticos, a los que quiero agradecer su apoyo, esto no hubiese sido posible.

P. ¿Qué os gustaría conseguir?
R. Disolvernos como asociación. Puede sonar raro, pero tenemos esperanza en que algún día los catalanes no tengamos que asumir el papel que debería asumir el Estado en Catalunya, que es, nada más y nada menos, que la defensa de nuestros derechos y libertades.

P. ¿Qué necesita la juventud catalana?
R. La juventud catalana necesita unos gobernantes y unas instituciones que se preocupen por su futuro y sus oportunidades, pero también por sus derechos como ciudadanos. Para ello es imprescindible que los jóvenes catalanes dispongamos de un entorno económico favorable, que nos quiten de encima el lastre del procés y que tapemos ese sumidero por donde las empresas siguen escapando de Cataluña por la inestabilidad que provocan los delirios del Govern. Necesitamos terminar con la imposición lingüística, sacar la política de las aulas y que TV3 deje de ser un aparato de propaganda separatista al servicio de los CDR, Omnium y la ANC. Cataluña en pocos años ha pasado de ser la locomotora de España a ser campeona en pobreza, en crispación social y en violencia callejera. Alguien debería asumir responsabilidades y pedir perdón por ello.

P. Cómo valoras la posición de las universidades catalanes durante el procés? El último caso que conocimos fue que algunas universidades daban facilidades para aprobar los exámenes si los alumnos participaban en manifestaciones en pro de la independencia.
R. La posición de las universidades catalanas durante el procés ha sido la de aquel mono de juguete que, al pulsar el botón, choca sus platillos de metal, la posición de palmeros del Govern. En la mayoría de casos han dado la espalda a quienes pensaban distinto y hace unos días, gracias a Universitaris per la Convivència, la Universitat de Barcelona (UB) fue condenada por vulnerar el derecho a la libertad ideológica , de expresión y de educación. La justicia sigue actuando como dique de contención ante estos atropellos a pesar del abandono del Ministro de Universidades.

P. Durante el Día de la Fiesta Nacional hemos visto como condenabais manifestaciones franquistas para que “no mancharan el día de todos los españoles”, ¿Por qué otras formaciones -que no sean del ámbito de la izquierda no lo hacen-?
R. Lo desconozco. A nosotros no nos van a encontrar mirando para otro lado frente a actitudes fascistas, pero tampoco vamos a comprar el discurso torticero de que cuatro radicales representan al movimiento cívico y patriota que conmemora el 12 de octubre. Nosotros nunca vamos a dividir
para vencer, queremos convencer para convivir. La mejor defensa de España y la Hispanidad que podemos llevar a cabo es la que hagamos desde la serenidad y sin renunciar a la firmeza de nuestras convicciones e ideas.

P. Ya vemos la polémica de todos los años en este día, ¿Por qué crees que se produce y cómo podemos evitarla?
R. Lamentablemente, en nuestro país hay personas que se han tragado de la A a la Z la leyenda negra y quienes odian a España y lo que representa, lo utilizan para demonizar la Fiesta Nacional. Luchar contra este relato falso e interesado es un deber moral. Muchos desconocen que España -entonces reinos de Castilla y Aragón- fue un país pionero en la defensa de los derechos de los conquistados, algo impensable en cualquier otro país europeo en cualquier periodo colonial. Pese a todo esto, también debemos hacer hincapié en el error que supone mirar con ojos del siglo XXI algo que pasó en tiempos de la Niña, la Pinta y la Santa María.

P. Los jóvenes cada vez estamos más alejados de la política y sus instituciones, ¿Qué puede hacer una organización como esta para impedirlo?
R. Es necesario hacer un gran esfuerzo de pedagogía ante esto. A mi entender, el desinterés por la política de la mayoría de jóvenes -y adultos- es fruto de esa idea mayoritaria de que, lo que pasa en un parlamento o lo que decide el gobierno, no nos afecta y esto no es así. Hemos podido comprobarlo de primera mano con el confinamiento general que hemos vivido y ahora lo vemos con la obligatoriedad de llevar mascarilla o con el
cierre de parte del ocio nocturno. Es importante explicar a jóvenes y mayores que su voto repercute en sus condiciones de vida, en sus bolsillos y en el futuro de España.