El gran poderío txuri-urdin tiene una criptonita con la que ha perdido seis puntos.
¿Qué ocurre si a un árbol le cortas las raíces? Pues probablemente detengas su crecimiento e incluso hagas que caiga, por mucho que obtenga grandes y robustas ramas.
Eso es lo que parece que le ocurre a la Real Sociedad cuando le arrebatan el balón. Cuando pierde la posesión, pierde el ADN y eso es un serio problema. Porque por muy buenos jugadores que tengas, sin tu identidad, corres el peligro de ver afectado tu progresión y caer.
El conjunto txuri-urdin está mostrando un juego formidable con unos números de ensueño que induce a soñar a su afición. Y es que, de siete jornadas disputadas, únicamente a perdido en dos ocasiones, frente al Athletic y el Sevilla. Ambos rivales lograron doblegar el gran poderío realista con lo que se presenta como la criptonita para Imanol. La posesión de la pelota o mejor dicho la posibilidad de moverla a su antojo.
Foto: Real Sociedad.
El juego de los vascos se basa en una regla fundamental para la correcta elaboración del mismo y es tener el control absoluto del dominio del balón y por lo tanto del encuentro. Cuando dicha regla se cumple, llegan a ser letales sin importar quien tengan en frente. Buena prueba de ello es el encuentro se vivió en el Reale Arena contra el todopoderoso e invicto Atlético de Madrid. En dicho encuentro, los locales manejaron el ritmo de la pelota y de esa manera, y con la gran calidad de los suyos, pudo desactivar todas las poderosas armas del conjunto colchonero.
Pero, ¿qué pasa si el rival le arrebata ese patrón de juego? Pues que los jugadores se encuentran desorientados, corriendo de aquí para allá y sin tener una idea de clara de que maniobran deben realizar para invertir la situación. Como demostración de ello, echamos la vista a las dos únicas derrotas sufridas antes mencionadas. Frente al Athletic se pueden apreciar más las consecuencias de la perdida de ADN. En todo el encuentro vivido en San Mamés, el primer disparo a portería, de dos que realizaron, de los visitantes fue en el minuto 83.
Foto: Athletic Club
Los síntomas de dicha perdida no siempre son los mismos gracias a la calidad de tus jugadores. Cuando hay un gran porcentaje de cualidades destacables, siempre pueden surgir algunos rayos de luz en mitad de la tormenta. Como es el caso del último enfrentamiento en la visita a Sevilla. Los de nervión emplearon la misma técnica fatídica que usaron los leones. A pesar de ello, en esta ocasión dichas cualidades otorgaron algo luz, en forma de dos goles, pero insuficientes si careces de ADN.
Una piedra en el camino de Imanol Alguacil, llamada criptonita, que ya le ha hecho tropezar dos veces y que tiene la importante obligación de aprender a esquivarla a futuro. Para ello es primordial disponer de un plan b e inculcarlo a la perfección a sus pupilos. De esta manera, al igual que son unos magos cuando manejan el esférico, puedan ser camaleones y adaptarse al entorno de cada partido.
