El Urbas Fuenlabrada se midió ante el Retabet Bilbao Basket, para tratar de levantar la cabeza después de tres derrotas consecutivas
Un Fernando Martín vacío y desalmado acogió al partido que enfrentaba al Urbas Fuenlabrada frente al RETabet Bilbao Basket. Era un encuentro de la mitad baja de la tabla, de equipos cuyo objetivo principal es mantenerse en la categoría más alta del baloncesto español. Una victoria era clave para ambos cuadros.
En el primer cuarto, los locales empezaron mandando en el marcador. Con un Marc García en el quinteto inicial, que se estrenó en el regreso tras su lesión con un triple a la primera de cambio. Los locales consiguieron rápidamente un parcial de 7-0, pero el cuadro vasco no tardó en remontar esa diferencia, con un parcial de 0-10. Aún así los madrileños se llevaron el cuarto por la mínima (14-13).
Al segundo cuarto solo se puede definir con una palabra: igualdad. El Urbas Fuenlabrada se fue a los vestuarios ganando de cuatro puntos (34-30), pero los de Bilbao no se rendían, y la anotación por parte de ambos conjuntos empezó a mejorar ligeramente.
Tras el descanso, en el tercer cuarto había más igualdad en el marcador. Los visitantes remontaron la diferencia de puntos que le separa del cuadro local, para empezar el cuarto y último cuarto, con empate en el marcado. Todo por decidir (53-53).
En él último cuarto, la confianza fue la clave. Los bilbaínos supieron solventar el partido con un imperial y recién llegado Jenkins. El Fuenlabrada a pesar de conseguir mantener la igualdad en el marcador a base de buenas defensas que, en los instantes finales parecía que los jugadores con más papeletas para decidir el partido les quemaba el balón. Signo que mostraba una gran desconfianza en sí mismos. Con el marcador favorable para ponerse por delante, los fuenlabreños decidieron que Eyenga y Kyle Alexander eran los indicados para jugarse el triple. Y en ninguno de los dos intentos salieron beneficiados.
