El Real Madrid viajó a País Vasco para disputar la jornada número 20 de la Liga Santander. Salió victorioso, pero aún hay muchos interrogantes entorno a su trayectoria más reciente.
Cuando las cosas no funcionan, se nota. En los resultados, en la forma de actuar. Eso es lo que ocurre con un Real Madrid que no termina de encontrar su camino desde el inicio de la temporada. Tan pronto hace un partido sin apenas fallos como salta al terreno de juego completamente desorientado. Y eso, teniendo en cuenta la historia de la entidad blanca, es algo que la afición no comprende.
El triunfo en Alavés da un respiro al Real Madrid
Con la inesperada noticia de que Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, había dado positivo en coronavirus, el conjunto madridista saltó al terreno de juego con David Bettoni -segundo de Zidane- en el banquillo. Sea como fuere, el equipo cuajó un partido sobresaliente y consiguió un contundente 1-4 en el marcador. El partido liguero contra el Alavés era una oportunidad que no podían desperdiciar.
No lo hicieron; Casemiro, Hazard y Benzema (por partida doble) fueron los autores de los cuatro tantos visitantes. Victoria importante con sus tres puntos más importantes aún. Eso sí, las dudas no se disipan y los hay que no entienden que esta versión aparezca de manera intermitente.
¿Qué le ocurre al Real Madrid?
La victoria sobre el Alavés está bien; lo que no termina de encajar es la derrota contra el Alcoyano. Porque así es el Real Madrid de esta temporada: da una de cal, y otra de arena. Sea de quien sea la culpa, al final siempre es el técnico el que se sitúa en la cuerda floja cuando el equipo no da los resultados que se esperan. Y así lleva Zidane las últimas temporadas. Además, si a eso se le suma el hecho de que hay jugadores que no están contentos con su papel en el equipo… la cosa se complica todavía más.