A la segunda, el Real Madrid defendió su localía con éxito en las finales de la Liga Endesa. Thompkins, Carroll y Ayón fueron los mejores en los blancos, que abrieron la brecha en el tercer cuarto. Por parte baskonista, Janning tuvo una aportación vital a la hora de intentar mantener a su equipo vivo.
Diez minutos mágicos evitaron que se viera un partido tan emocionante como el primero de estas finales. Un tercer cuarto con un marcador de 31-13 para el Real Madrid refleja lo que fue el mismo. Estuvieron perfectos en ataque y en defensa, todos los jugadores aportando su granito de arena. La mala noticia puede ser la ausencia de minutos de Randolph. Su mal estado de forma puede haberlo sacado de las rotaciones. Por parte del Kirolbet Baskonia, sin duda el rendimiento de Janning es motivo para la esperanza. Seis triples sin fallo del estadounidense, que quedarán camuflados por la derrota. Y por la lesión de Voigtmann, que pudo ser una de las claves de ésta. Habrá que esperar para comprobar si Pedro Martínez puede volver a jugar esta carta que tan bien fue el primer partido.
Primera mitad igualada
El arranque del encuentro no pudo ser más espectacular, con varios robos y triples para ambos contrincantes. Anotaba de tres Shengelia y respondía Taylor con otro, lo hacía Vildoza y metía Campazzo otro triple. Pero el cuarto acabaría decantándose para los baskonistas, con los triples de Janning y los 9 puntos de Poirier. El Madrid cometió muchísimas faltas, parte de ellas innecesarias, entre las que hay una técnica, de Campazzo. Y se abría una brecha (17-27) que tuvo que ser cerrada. Para ello, una serie de buenas acciones al final, como el primer tapón de Tavares. O acertadas jugadas ofensivas para llegar al final del cuarto sólo cinco puntos abajo (28-33).
En el segundo cuarto, Marcelinho y Thompkins se repartieron el protagonismo inicial. El brasileño, que ya había anotado un triple, metió otro desde muy lejos silenciando el WiZink Center. Pero el estadounidense, mucho mejor que en el resto de playoffs, anotó buenas canastas y un triple. Sumó siete puntos, hasta que le tomó el relevo ofensivo Doncic, con un buen mate. Además, la defensa de los madridistas corrigió el problema de las faltas, sin hacer una en seis minutos. Pero otros dos triples de Janning, que estaba con una confianza excepcional, pusieron el empate al intermedio (52-52).
El tercer cuarto sentenció el partido
Merece la pena explayarse en el análisis de estos diez minutos del partido. Porque los blancos consiguieron someter a su rival de una forma que difícilmente se puede volver a dar. Muy intensos en la defensa pero sin cometer excesivas faltas, lo justo para forzar el error de los vitorianos. Y en el aro rival implacables, complicado destacar a un único jugador por encima del resto. Thompkins siguió a un gran nivel, con otro triple; Doncic tanto en anotación como asistiendo (con alley-oop incluido). Walter Tavares aprovechó que Voigtmann no podía salir a sacarle de la zona para poner otros dos gorros. Gustavo Ayón rebañó todo lo que caía cerca de la zona, y metió muchas buenas canastas en la zona. Felipe Reyes explotó su emparejamiento con el joven Malmanis para terminar de cerrar el gran parcial del cuarto.
Entonces ya definitivamente empezó a pensar Pedro Martínez en el tercer encuentro, y vimos un cuarto cuarto muy descafeinado. Apenas se puede resaltar un par de triples de Granger, buscando reivindicarse y recuperar el sitio perdido con Vildoza. El sexto triple sin fallo de Janning, o los dos que anotó Carroll. El segundo, de muy larga distancia. Recortaron las diferencias los visitantes para quedarse al final a menos de diez puntos (98-91)
La serie viaja con 1-1 a Vitoria, seguramente la situación que habrían firmado todos los aficionados del Baskonia. Pero preocupa la posible ausencia de Voigtmann, porque fue imprescindible para hacer un agujero a la defensa blanca. Si no llega, sólo Shengelia tiene esa capacidad de tirar de tres en los interiores baskonistas. Y tampoco el georgiano está al alto nivel al que ha jugado este año. Esto puede ser un problema para su equipo, y un alivio para Tavares y el Real Madrid. En los blancos, será interesante comprobar si la ausencia de Randolph de la rotación se mantiene. En cualquier caso, ambos equipos han demostrado en estas finales y a lo largo del año que da igual el escenario. Veremos un partido competido y emocionante en el Buesa Arena, que puede decidir el destino del trofeo de campeón.
