El número uno mundial fulmina al que a todas vistas es su sucesor como dominador en las pistas de arcilla. Mañana intentará meterse en su duodécima final en Montecarlo.
Había muchas ganas de ver el duelo de cuartos de final entre Rafa Nadal y Dominic Thiem. Muchos la habían denominado como la final anticipada de Montecarlo. Y es que duelo entre el número uno y el número siete de la ATP fue el año pasado una rivalidad legendaria que se repitió consecutivamente durante cuatro torneos de la gira de tierra batida. Finales en Barcelona y Madrid, cuartos en Roma y semifinal en Roland Garros. El austríaco sólo pudo apuntarse la victoria en las pistas del ‘Foro Itálico’, en lo que significó la única derrota sobre polvo de ladrillo de Nadal en todo 2017.
El reciente campeón en Buenos Aires venía de una victoria de prestigio en tres sets ante un mejorado Novak Djokovic, que le daba mucha confianza en su juego para encarar el desafío máximo en las pistas del Montecarlo Country Club. Porque ganar a un tipo que ostenta un apabullante 66-4 como récord en ‘El Principado’ no puede tener otro nombre.
El tenista de Manacor estuvo a un nivel excelente.
Comienza sacando el pupilo de Carlos Moyà y en el primer punto ya ponen toda la carne en el asador. Un largo e intenso ‘rally’ a cara de perro en el que Nadal demuestra sus galones. Esto pareció amedrentar al austríaco que cedió los primeros nueve juegos del partido. 6-0 3-0 en un periquete con un Rafa Nadal superlativo jugando a placer. El mallorquín era el absoluto dominador del partido y rayó a gran nivel tanto en su temida derecha como en su revés, auténtico termómetro de su juego. Aunque estuvo muy rápido de piernas no necesitó invertirse con la derecha para hacer daño a su rival.
Dominic Thiem no fue rival para el español.
El campeón de 16 grandes tiene la fórmula para convertir rivales durísimos en meros figurantes. El austríaco no pudo en ningún momento desarrollar su patrón de juego ni entrar con la derecha como a él le gusta. Intentó jugar bolas a la desesperada pero no era su día. Más de 50 minutos hubo que esperar para ver iluminarse el marcador del centroeuropeo. Para cuando entro al encuentro, el diez veces campeón ya tenía la iniciativa de su parte y no la iba dejar escapar. Después de unos juegos de normalidad, nuevo break y rumbo a las semifinales rubricando la victoria al servicio. Un saque con el que solo cedió seis puntos en todo el encuentro.
Mañana tendrá Nadal una nueva prueba de altos vuelos contra otro ‘top ten’, el búlgaro Grigor Dimitrov. El número cinco mundial se deshizo hoy del belga Goffin, verdugo de Roberto Bautista, por 6-3 7-6(5). La otra semifinal será entre un recuperado Kei Nishikori, que ganó al cabeza de serie número dos Marin Cilic 6-4 6-7(1) 6-3, y el ganador del Zverev-Gasquet. Buen tenis el que nos espera este fin de semana.