El verano convulso en las oficinas del Atlético de Madrid ha hecho que los veteranos tengan que asumir responsabilidades ante tanta incorporación.
Koke y Saúl además de ser dos de los capitanes del equipo, también son los que más minutos llevan disputados.
No hay duda de que Saúl y Koke son dos jugadores muy importantes para los planes de Simeone. Son presente y futuro del club, además son dos canteranos que representan al máximo el sentir de la afición pero, ¿no necesitarán un descanso?.
Es evidente que en un proyecto nuevo los veteranos son los que tienen que asumir responsabilidades y enseñar a los nuevos lo que es club. También es normal que a la hora alinear a los jugadores, el entrenador confíe más en aquellos con quienes lleva trabajando durante años.
Koke capitán y emblema del club es vital para entender la etapa magnífica que lleva la institución desde la llegada de Simeone. Lleva desde el primer día trabajando con el cuerpo técnico del argentino y si hay una prolongación en el campo de la figura del entrenador, ese es sin dudas el vallecano.
Koke es de esos jugadores que se nota más su ausencia que su presencia, eso es debido a que donde más brilla es en el entendimiento táctico del juego. Si uno se fija en los partidos del Atlético de Madrid verá que quien hace las ayudas defensivas al lateral es Koke. El que acaba la mayoría de partidos con la mayor distancia recorrida, es Koke. Al final el que dirige es siempre Koke.
Saúl el alumno aventajado de Koke
El ilicitano es otro de los jugadores claves para entender el esquema de juego del club colchonero. Un jugador que demuestra un gran poderío físico y una gran llegada cuando se incorpora al ataque. Pero que en los últimos tiempos su labor se ha visto cambiada a tener que defender más y tener que disfrutar menos con la pelota. Él se sacrifica, siempre dice que le gustaría estar más cerca del área rival, sabedor de las condiciones físicas y técnicas que posee, pero nunca tiene una mala cara ni un mal gesto.
Otro punto a destacar es su polivalencia. Es capaz de jugar de casi todo, siempre es el que tiene que cubrir el puesto de lateral izquierdo cuando hay bajas, juega de mediocentro, de pivote, de volante… incluso de centra, falta verle de portero.
Son dos jugadores que siempre se ponen el mono de trabajo, sacrifican el llevarse los elogios y el jugar en el campo contrario por el bien de sus compañeros y del equipo. Y aunque estén bien o mal, sean más o menos precisos son imprescindibles. Porque ellos son corazón rojiblanco. Seguramente Simeone los esté usando demasiado, pero eso demuestra que ahora mismo son los llamados a liderar al equipo y son esos jugadores en los que el entrenador deposita su confianza.