El Girona cae a octavos tras dominar buena parte de la segunda mitad y dar una muy buena imagen. Un temprano tanto de Yéremy da el pase a cuartos al submarino amarillo.
La Copa volvía a cruzar los caminos de Girona y Villarreal para intentar pasar a la siguiente eliminatoria, cuartos de final. El equipo local quería volver a hacer historia igual que la temporada 2018/2019 dónde el Madrid lo eliminó a cuartos. El equipo Unai Emery salía al campo con muchos cambios en el once; en ataque tres jugadores del filial Yeremy, Alex Baena y Fer Niño. El conjunto de Francisco salía con un 4-4-2 con Bustos y Sylla en ataque; el joven canterano Arnau Martínez entraba al once en de lateral derecho. El partido ya estaba en marcha.
Los primeros minutos fueron de tanteo y el fútbol se veía trasladado al intercambio de errores y de manca de ideas. El equipo «groguet» parecía llevar el dominio del esférico y el conjunto rojiblanco permanecía bien posicionado trazando las tres líneas defensivas. La pareja de centrales locales Ramalho y Bueno definían la línea de presión defensiva. El primer remate del partido fue para el conjunto local tras un tímido disparo del delantero argentino Nahuel Bustos. Atajaba sin problema su compatriota Rulli. Tras una buena jugada individual de Couto, Manu Trigueros veía la primera tarjeta del partido al minuto dieciséis.
El primer gol llegaba tras un mal pase bombeado de Muric que recuperaba Ruben Peña a campo contrario. Tras un buen disparo de Trigueros que golpeaba al palo, Yéremy muy atento finalizaba y lo transformaba en el primer tanto del partido. El submarino golpeaba primero. La banda derecha amarilla era un continuo de ataques y llegadas peligrosas. Por suerte local no acababan de concretar el último pase.A la media hora el autor del primer gol, Yéremy era substituido por molestias al tobillo. En su lugar entraba Alberto Pedraza. Bárcenas probaba un disparo que se envenenaba y Rulli enviaba a córner. Entre tanto el VAR revisaba una falta y decidía enseñar la primera amarilla a Bustos. El arbitro añadía un minuto a la primera mitad que terminaba con pequeña aventaja del Villarreal.
La segunda parte arrancaba sin ningún cambio en el césped. El primer en avisar era el Villarreal con un disparo de Pedraza que salía por encima de la portería defendida por Muric. Minutos más tarde Sylla lo intentaba con una chilena que Rulli despejaba a córner. A punto estuvo de marcar el tanto de la jornada. Emery daba entrada a Parejo y Alcácer para intentar romper el partido que se estaba poniendo muy reñido. El partido llegaba al minuto sesenta y cinco, y el conjunto local daba señales de peligro e intensidad. Francisco también movía el banquillo y efectuaba un doble cambio; entraban Franquesa y Samu Sáiz por Arnau Martínez y Bustos.
A falta de veinte minutos el partido estaba muy abierto, los visitantes intentaban aprovechar las erradas en la salida del balón local para llegar con nitidez arriba. El Girona, con manca de precisión con el balón, también ponía una marcha más en la presión tras pérdida. El encuentro cada vez era mas bonito por el espectador. El equipo «groguet» intentaba salir de su propio campo tras unos minutos de ataque constante del equipo catalán que solamente necesitaba concretar el último pase de finalización. En el minuto ochenta y uno Stuani entraba en el lugar de Gumbau. También entraban Raba y Moi Gómez en las filas submarinas.
El tramo final del partido el Villarreal intentaba frenar el ritmo que marcaba el Girona con paradas continuas del juego. El arbitro añadía tres minutos y los locales aún apretaban más los dientes a pesar de la impotencia de no poder llegar con nitidez a la portería de Rulli. Sin más dilataciones el arbitro decidía finalizar el partido y el equipo groguet pasaba a la siguiente ronda. El Girona había hecho un partido notable en todas sus líneas y había competido con todo un primera.
