Jorge Molina, Mata y Antunes dieron la victoria al Getafe sobre el Espanyol. El equipo de Bordalás jugó uno de los mejores partidos de la temporada.
El partido comenzó sin grandes ocasiones para ninguno de los equipos. Muchas interrupciones y con un Getafe que quería proponer más que el Espanyol. El encuentro, en los primeros compases, lo marcó más lo que pasó en la grada que en el campo. La afición del Getafe, al unísono, en el minuto 12, protestó por lo ocurrido en el último partido disputado en San Mamés por su equipo. Un penalti no pitado favorable al equipo del sur de Madrid que sigue generado indignación.
Llegábamos al minuto 35 y ninguno de los dos equipos había lanzado un disparo entre los tres palos. La primera parte siguió esta tónica durante los 45 minutos. Un partido muy disputado pero sin que ninguno de los dos equipos abriese el marcador.
La segunda parte fue un monólogo del Getafe. Tras una serie de ocasiones claras por parte del cuadro de Bordalás, llegó el primero y con él, la locura del Coliseum. En el 60, Jorge Molina se fabricaba dentro del área el primer gol para su equipo. Una jugada de delantero puro.
Cinco minutos más tarde, Jaime Mata se estrenaba como goleador en el Coliseum para poner el segundo en el casillero getafense.
Con el partido encarrilado para los de Bordalás, Vitorino Antunes marcaba el tercer gol del Getafe. Un disparo desde fuera del área del lateral que roza un jugador del Espanyol y se cuela en la portería de Diego López. Es el primer gol del jugador portugués con la camiseta del Getafe.
Ya con todo visto para sentencia, un pelotazo sobre Arambarri provocó un parón en el juego para que propició 7 minutos de prolongación. Así las cosas, el Getafe jugó uno de sus mejores partidos de la temporada contra una de las revelaciones de la temporada. Este Getafe va en serio.
Espectáculo de luces y sonido
Cada vez es más habitual ver en los estadios un espectáculo antes del partido para motivar a la afición. El Coliseum se inauguró esta temporada con un increíble combinado de luces y sonido antes de que los jugadores saltasen al campo. Una iniciativa para calentar a los aficionados en una fría tarde madrileña.
