Tras seis jornadas disputadas, ni Huesca ni Real Valladolid saben lo que es sumar tres puntos en un partido. Ambos equipos, cuyo objetivo es la permanencia, tratarán de conseguir la primera victoria de la temporada en El Alcoraz.
No está siendo un inicio de campaña sencillo para los oscenses ni para los vallisoletanos. Sin embargo, sus dinámicas y rendimientos muestran grandes diferencias. El retorno a la Primera División de la SD Huesca se ha visto acompañado de un calendario poco asequible para sus aspiraciones. Tres de sus cinco rivales son equipos que han estado o van a jugar competiciones europeas: Villarreal, Valencia y Atlético de Madrid. A pesar de la descompensación entre clubes, el equipo de Míchel se ha mantenido invicto en esos tres encuentros a través de un juego propositivo y ofensivo. En cambio, la situación del equipo de Sergio González se debe a cuestiones tanto tácticas como técnicas. De hecho, el Real Valladolid es colista de la clasificación con 2 puntos de 15 posibles.
Problemas de cara a portería
El gol es lo que más importa en este deporte, si bien la defensa te sirve para contrarrestar al rival, la ofensiva es el arma que te permite superarle. La suerte no le ha acompañado a la SD Huesca ya que ocasiones para aumentar sus cifras goleadoras no le han faltado. El conjunto de Míchel es el equipo con más disparos de LaLiga Santander con un total de 45 remates, pero únicamente un tercio de ellos han ido dirigidos entre los tres palos y han logrado dos goles. Esa alta cantidad de ocasiones generadas no suele ser habitual para un equipo recién ascendido, y todo es fruto de su entrenador. El madrileño, a pesar de su juventud (44 años), ha logrado ascender a la máxima categoría del fútbol español con dos equipos diferentes, Rayo Vallecano y SD Huesca, a través de un juego ofensivo y dominador.
Sergio González es lo opuesto a Míchel, un entrenador que antepone el equilibrio y la solidez defensiva. Desde su etapa en Valladolid, su equipo ha sido uno de los que menos goles ha metido. Especialmente desde la marcha de Jaime Mata, el que fuera máximo goleador de la Segunda División en la temporada 2017/18 con 35 goles. El club aún no ha encontrado un delantero goleador que compense esas cifras. En el caso del Real Valladolid se debe a una cuestión de juego ya que le cuesta generar ocasiones de gol. En los dos cursos desde su vuelta la Primera División, el equipo blanquivioleta ha logrado 32 goles, es decir, menos de un gol por partido en un total de 74 partidos (0’84). Se tratan de números muy escasos para dejar de pelear por la permanencia y poder aspirar a otros objetivos. Ha llegado el momento de un cambio de estilo de Sergio.
De lesión en lesión
Sergio puede excusar la baja puntuación de su equipo ante las constantes ausencias que ha presentado durante este inicio de campaña. Javi Sánchez es baja de última hora por una lesión muscular en el pectíneo derecho, por lo que se habrá perdido 21 de 41 encuentros oficiales desde su llegada a Valladolid. No todo son malas noticias ya que Alcaraz y Joaquín han logrado recuperarse de sus respectivas lesiones, por lo que entrarán en la convocatoria. Además, tendrán la ocasión de debutar los tres últimos fichajes: Jota, Roque Mesa y Janko.
En la SD Huesca la única duda que se le plantea a Míchel se trata de la disponibilidad de Shinji Okazaki, lastrado por molestias musculares en el último partido disputado frente al Elche.
POSIBLES XI
SD Huesca: Andrés Fernández; Pulido, Pablo Insua, Siovas, Galán; Pedro Mosquera, Mikel Rico, Ferreiro, Borja García; Okazaki, Rafa Mir.
Real Valladolid: Roberto; Luis Pérez, Bruno, El Yamiq, Nacho; Míchel, Fede San Emeterio, Hervías, Toni Villa; Óscar Plano, Guardiola.
Árbitro/VAR: Jorge Figueroa Vázquez/Sánchez Martínez.
