Uruguay ha derrotado con superioridad a Rusia, que hasta entonces era una de las selecciones que mejores sensaciones estaba dejando. El encuentro ha servido para zanjar el liderato del grupo.
Rusia y Uruguay llegaban al partido con dos victorias en su mochila. Por tanto, se jugaban el liderato de este Grupo A, con la tranquilidad de estar ya matemáticamente clasificadas. El empate servía a los rusos debido al ‘gol average‘. Los de Cherchesov, con Golovin y un inesperado Cheryshev a la cabeza, habían practicado un juego inmaculado y efectivo. Los charrúas, por su parte, llegaban a este Mundial con la intención de orientar su estilo hacia uno más ofensivo y menos basado en la garra, que es lo que les ha caracterizado históricamente. Sin embargo, las victorias habían llegado por vías directas y aisladas. Se esperaba un duelo intenso.
En los primeros compases ya se vio que el carácter efervescente del combinado anfitrión se había evaporado. Uruguay estaba mejor plantada en el campo y defendía plácidamente, mientras que Rusia tocaba sin peligro. Cherysev tuvo alguna incursión interesante en ese comienzo pero Coates cortó bien el ataque. En el minuto 9, Gazinskiy trababa a Bentancur en la frontal dando lugar a una falta peligrosa y la primera amarilla sacada por el árbitro. Luis Súarez realizó un disparo raso preciso hacia el lado del portero e hizo el primer gol. Era su séptimo gol en los Mundiales. 1-0.
La respuesta del ‘Escuadrón Ruso‘ fue positiva, ya que contaron con sendas oportunidades en las botas de Cherhysev primero y del gigantón Dzyuba después. No obstante, el empuje ruso se fue a pique cuando, en el minuto 23, un golpeo desde la frontal tras un rechace de un saque de esquina rebotara en Cherhysev y mandara el esférico a la cepa del poste del arco defendido por Akinfeev. El 2-0 supuso un jarro de agua fría para sus aspiraciones. Entonces, Uruguay consolidó su dominio con la expulsión de Smolnikov en el 36′ de la primera parte. Súarez estaba aprovechando los espacios en ataque y los intrépidos pases de Torreira.
Cherchesov enfrentó la expulsión con un cambio táctico y la entrada de Mario Fernandes por el impotente Cheryshev. Los uruguayos optaron por no hacer sangre y dosificar esfuerzos durante los instantes restantes hasta el descanso del partido.
La segunda mitad se iniciaba con el mismo guión que el final de la primera: mucho centrocampisto y poca actividad en las áreas. Uruguay, experta en este tipo de situaciones, no daba un ápice de nerviosismo. A falta de media hora para el final, Rusia agotó los cambios y Uruguay empezó a dar relevo a jugadores con muchos minutos acumulados, como era el caso de Bentancur.
Rusia disponía de ocasiones de vez en cuando, sobre todo con jugadas a balón parado en busca de los centrales y Dzyuba. En el otro lado, Cavani parecía ser el que lo intentaba con mayor insistencia.
La selección celeste dejaba pasar el tiempo controlando la manija del juego en mayor medida. Aunque, poco a poco más jugadores se iban sumando al área rival para hacer el tercero. Cavani y ‘Cebolla’ Rodríguez estuvieron a punto de hacerlo. Finalmente, en el minuto 90, el delantero del PSG transformó su gol en un despeje en el área pequeña. La zaga rusa se mostraba entregada. 3-0.
El final en el Cosmos Arena ha supuesto la conclusión de un choque que había quedado finiquitado más o menos a los 30 minutos. Uruguay se ha valido de su experiencia y pegada para hacerse con el liderato del grupo, que presumiblemente significa mayor facilidad en los cruces de la fase final. Rusia ha decepcionado en su primera prueba de fuego ante un rival de entidad, aunque bien es cierto que algunas piezas importantes se han quedado en el banquillo. Veremos qué le depara el destino a ambas selecciones.
