El Girona y Las Palmas firman un empate en un partido poco atractivo a la vista del espectador. Bernardo, con un buen testarazo, logra empatar un partido que dominaba el conjunto canario.
El partido en Montilivi marcaba el final de la jornada once de la Liga SmartBank y que protagonizaban dos conjuntos con dos dinámicas muy distintas. El Girona venía de no perder en cuatro partidos y con dos victorias consecutivas en su feudo; Las Palmas, por su parte, viajaba a tierras catalanas con una mala dinámica que resultaba solamente un punto de los últimos nueve disputados. Pero ya sabemos como funciona esta categoría, todo esta por escribir y las predicciones son malas consejeras.
El partido empezaba con una acción dudosa dentro del área local entre Calavera y Benito Ramírez que el árbitro no interpreta como punible. Las Palmas disponía del control del balón y el Girona presionaba en la zona media del campo. Nahuel jugaba en la referencia de ataque rojiblanco ajustando su posición para controlar los pases interiores del conjunto canario. El primer aviso del partido llegaba por parte de Laude con un disparo lejano que salía muy arriba de la porteríaa de Juan Carlos.
El Girona bien puesto con una línea de cuatro y otra de cinco, no dejaba penetrar las largas combinaciones del equipo canario. Por el momento solamente daba sensación de peligro el conjunto dirigido por Pepe Mel que avisaba con disparos tímidos. Esta vez de Jonathan. El dominio del esférico a menudo que pasaba el encuentro se iba equilibrando, pero el Girona, con muy poca movilidad en ataque, no lograba conectar con la portería rival.
El guión del partido iba hacia un terreno muy llano; la organización prevalía ante todo y ambos conjuntos requerían de una larga combinación del balón para terminar con una aproximación sin peligro. Los centros del Girona se ubicaban en la zona de tres cuartos y el portero visitante no tenía problema para bloquear los esféricos y volver a empezar con la tranquilidad ofensiva del partido. Y para romper un poco los esquemas llegaba el primer disparo con seriedad del partido tras un perdida de Gumbau que terminaba con una rápida transición en ataque en conducción de Rober y que Juan Carlos despejaba al lateral. Avisaban los isleños.
Al filo del descanso llegaba el primer tanto del partido tras una grave perdida de Aday en zona de construcción y que Rober aprovechaba para poner un balón raso dentro del área que remataba solo Sergio Ruiz para romper las tablas. El equipo de Francisco volvía a caer en la trampa del último minuto y regresaba al vestidor con la cara coloreada.
La segunda mitad empezaba muy intensa en la área defendida por Álvaro Vallés tras un prematuro aviso de Cristóforo en un disparo lejano que despejaba el mismo guardameta. En la segunda jugada Monchu no lograba conectar con la línea de atrás que llegaba por finalizar y el Girona desaprovechaba una clara ocasión para igualar el partido. Mel indicaba a sus jugadores que no dejaran correr al conjunto rojiblanco y a la vez cambiaba al ariete italiano Iemmello que dejaba su lugar a Raúl Fernandez.
El equipo canario volvía a ejecutar una muy buena y rápida transición de Lemus que asistía a Rober que buscaba el palo largo con un disparo de rosca. Francisco no aguantaba más y ejercía un doble cambio para revolucionar el partido y lograr conectar con las piezas de arriba; salían al campo Sylla, Valery; Aday y Cristóforo abandonaban el terreno. El doble cambio tenía la intención de poner pólvora al ataque con el delantero senegalés y dotar al equipo de más profundidad con la entrada del canterano de l’Escala. Restaban treinta minutos para finalizar el encuentro.
Y llegaba el empate a falta de veinticinco minutos del noventa tras un muy buen centro a balón parado de Samu Sáiz que remataba solo el colombiano Bernardo con un gesto muy plástico con el cuello. El Girona lograba lo más difícil y con muy poca madera cortada; igualar el marcador. La respuesta no tardaría mucho en llegar tras un disparo muy potente del francés Leiodice que impactaba al larguero sin que Juan Carlos pudiera hacer nada. El Girona volvía a mover ficha con la entrada de Franquesa y Pablo Moreno por Nahuel y Luna. Llegaba el minuto setenta y séis del encuentro.
El partido estaba en un punto de muchas imprecisiones por parte de los dos conjuntos y cada vez las líneas defensivas tenían menos consistencia; tras un buen desdoblamiento de Jonathan, el lateral izquierdo brasileño cruzaba el balón que salía fregando el palo izquierdo del conjunto de Francisco. El Girona sufría mucho a las espaldas de Calavera que no lograba compactar el equipo en las transiciones de los canarios. Entraba el canterano del equipo catalán, Pau Víctor, por Samu Sáiz entre un rostro de enfado.
El árbitro añadía cuatro minutos al encuentro entre la pasividad en ataque que había sido la tónica durante todo el partido. Poco se podía añadir a un partido que había transcurrido con poco merecimiento por parte de ambos conjuntos. En la última jugada Bernardo recibía la segunda amarilla que le impediría jugar el sábado frente el Mallorca otra vez en Montilivi. Mucho tendría que cambiar el juego del Girona para encontrar la regularidad y conseguir más victorias. Hay que ajustar líneas y posiciones para recoger buenas sensaciones en ataque. Justo empate de Las Palmas a pesar de todo.
