El conjunto andaluz desaprovecha el gol de Ocampos en el minuto 31. Los vallisoletanos consiguen rescatar un punto en los últimos minutos del partido tras un gol de Raúl Carnero.
La ventaja se ha convertido en una virtud que muy pocos entrenadores saben entender. Los hay que apuestan por defender un resultado favorable y otros por seguir aumentando la distancia en cuanto a goles con el rival. Lopetegui y Sergio González pertenecen a ese primer grupo.
Hoy, el Sevilla desaprovechó un 1-0 desde el minuto 31, dejó de atacar y cedió el dominio del encuentro al Real Valladolid, a la espera de que no tuviesen fortuna de cara a puerta. Y como suele ocurrir cuando te adaptas al rival y no al revés, el resultado tiende a darse la vuelta.
Ocampos y diez más
La energía con la que comenzó el partido el conjunto sevillano se figuró en Lucas Ocampos. El argentino dejó de ser ese puro extremo agitador para adquirir un rol omnipresente. Si bien partía desde el lado izquierdo, también se le podía ver como delantero centro y rondando por la zona de Suso en banda contraria. Ese intercambio de posiciones que compartía con En-Nesyri confundió a los centrales blanquivioletas, Bruno y El Yamiq. Ambos, perjudicados por la propia presión de su equipo con la consecuente defensa en la zona medular, generó espacios a sus espaldas que el marroquí y el argentino supieron aprovechar durante el primer cuarto de hora.
Hay equipos que están estructurados para presionar, y el Real Valladolid no es uno de ellos. Primero, porque no cuentan con el suficiente despliegue físico, y segundo, porque defender tan lejos del área de Masip no es habitual.
A pesar de los primeros avisos de Ocampos, el primer gol del partido llegaría desde los 11 metros. Una mano, definida como ‘antinatural’ por parte del colectivo arbitral, de Fede San Emeterio conllevó que Gil Manzano condenase la infracción como penalti. Voluntariedad o no, ya que este aspecto carece de importancia actualmente, Ocampos transformó el penalti y puso el 1-0 en el marcador.
Sin ocasiones no hay resultado
Con el gol desapareció el Sevilla y el Real Valladolid se convirtió en el protagonista del duelo. Sin peligro generado en la primera parte, la primera ocasión para el equipo del Real Valladolid llegaría sobre el minuto 51. Hervías filtró un balón por alto a Marcos André que, beneficiado por su propio rebote, se inventó un taconazo al estar de espaldas frente a la portería. El recurso se estrelló en el palo, pero era el primer aviso de que el partido seguía vivo.
Sergio y Lopetegui movieron el banquillo rápidamente, el primero dando entrada a Jota y Alcaraz, y el segundo con Joan Jordán. Pasaban los minutos y el Real Valladolid no encontraba la manera de romper la defensa liderada por Diego Carlos y Koundé. El francés, incluso, se atrevía con alguna que otra incorporación al ataque ante la poca iniciativa de sus compañeros. Hasta Ocampos se apagó tras el mejor primer tiempo de la temporada.
Con el argentino sustituido, deseando todo tipo de mal a Lopetegui, los blanquivioletas se acercaban cada vez más a la portería de Bono. Hasta que tras un rechace de la defensa del Sevilla, Raúl Carnero enganchó una volea que entró por la escuadra rival. Lopetegui se equivocó en apostar por defender un resultado y en quitar a su mejor jugador, en cambio, Sergio no perdió la confianza ante el corto resultado y la recompensa volvió a cruzarse en su camino. La virtud de saber no desaprovechar la ventaja.
FICHA TÉCNICA
FICHA TÉCNICA
Real Valladolid: Masip; Hervías, Bruno, El Yamiq, Raúl Carnero; Fede San Emeterio (Alcaraz 62’), Roque Mesa (Míchel 74’), Orellana (Jota 62’), Óscar Plano (Toni Villa 74’); Marcos André, Weissman (Guardiola 74’).
Sevilla: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Fernando, Rakitic (Gudelj 81’), Óliver Torres (Joan Jordán 60’); Suso (Óscar 81’), Ocampos (De Jong 77’), En Nesyri.
Goles: Ocampos (1-0, 31’), Raúl Carnero (1-1, 87’).
Árbitro: Gil Manzano.
Estadio: Ramón Sánchez-Pizjuán.