Una exhibición de Karim Benzema, con dos goles incluidos en la primera parte, clasifica al Real Madrid para las semifinales de la Copa del Rey. Marcos Llorente hizo el tercero y Pedro Porro, la joven promesa del Girona, marcó el gol de la honra.
Después de cuatro temporadas consecutivas sin pasar de Cuartos de Final de la Copa del Rey, el Real Madrid se ha sacado en la noche de hoy esa espina clavada en la espalda. Karim Benzema, incomprendido a veces y sobre todo señalado por toda la afición durante toda la temporada por su falta de gol, ha comandado la eliminatoria y ha logrado revertir la situación estas últimas semanas gracias a sus actuaciones memorables.
El encuentro venía precedido de una jornada copera poco habitual, con remontadas épicas incluidas como la del Valencia en Mestalla, pero el Real Madrid no estaba por la labor de quedarse otro año más a las puertas de ser uno de los cuatro equipos que estarán en el bombo de mañana.
Por ello, Solari alineó a un once de gala con Keylor Navas en la portería, que volvía tras su lesión; Marcelo, Varane, Sergio Ramos y Carvajal en la defensa; Ceballos, Kroos y Marcos Llorente en la medular; y Vinicius, Benzema y Lucas Vázquez en el ataque. Un equipo que buscaba la asociación de los ‘jugones’, el control del partido con la posesión y los contraataques que el club blanco tiene en el ADN.
El equipo dirigido por Eusebio buscó la épica y lo dejaron muy claro en los primeros minutos de partido cuando Granell votó una falta lateral y el balón se encontró con el poste. Pero el conjunto blanco no se amedrentó y poco a poco empezó a llegar al área rival. El primero aviso lo dio Benzema con una volea a la media vuelta que salió rozando el palo derecho de la portería que defendía Gorka Iraizoz.
Fuente: Twitter oficial del Real Madrid (@realmadrid)
Pasada la media hora de partido apareció la magia en las botas de Benzema. El francés se puso la capa y tras una serie de paredes y diagonales en la banda derecha con Carvajal y Lucas Vázquez, sacó de la chistera un zurdazo cruzado para hacer el primer gol del partido.
El Girona se intentó estirar más, empezaron a crear huecos en las líneas defensivas rivales y crearon mucho peligro. Pero Keylor Navas era una muralla infranqueable. Todo remate y tiro del equipo catalán acababa en sus guantes para desesperación de Stuani. El Real Madrid se empezó a gustar. La conexión brasileña Marcelo-Vinicius era un verdadero quebradero de cabeza y una jugada entre los dos, con pared incluida al borde del área, acabó con Marcelo delante de Iraizoz que por poco acaba en gol.
Se acercaba el descanso, pero antes Karim Benzema quería sentenciar el partido. Vinicius se internó en el área, atrajo a dos defensores, dejó atrás el balón y el francés sacó su varita para hacer el segundo con una gran rosca que golpeó el palo antes de tocar las mallas.
El segundo gol remató la eliminatoria de manera definitiva y Eusebio comenzó a mover el banquillo para dar descanso a los jugadores más habituales de cara a la próxima jornada liguera. Primero Muniesa y después a Stuani y el joven Paik. En su lugar salieron jugadores jóvenes y de la cantera que revitalizaron los ataques del conjunto gironí, que consiguieron recortar distancias en una buen contraataque finalizado por Pedro Porro.
Fuente: Twitter oficial del Real Madrid (@realmadrid)
Solari también realizó sus sustituciones. Nacho salió por Sergio Ramos, Asensio por Benzema y Gareth Bale por Vinicius. Isco volvió a quedarse sin jugar ningún minuto. Ni Lucas Vázquez, que dio un palo sin portero, ni Marcos Llorente, infatigable durante todo el partido, fueron sustituidos. El centrocampista español le está poniendo mucha competencia a Casemiro en la medular. Se marcó un partidazo y la guinda al pastel la puso con un tiro cruzado desde la frontal del área para hacer el 1-3 y finiquitar el partido.
Mañana se conocerá el rival en las semifinales de la Copa del Rey. El morbo está incluido. ¿Tocara un Real Madrid-Barcelona en semifinales o será la ansiada final? Lo que está claro es que este Real Madrid es otra cosa. Por fin podemos decir que la mejor versión del club de Chamartín ha vuelto.
