El Girona y el Nàstic de Tarragona han llegado a un acuerdo para la cesión de Sebas Coris al club grana. El jugador, que termina contrato en 2020, vivirá con 25 años su segunda experiencia profesional lejos de la capital del Onyar.
El verano pasado fue muy movido en Montilivi: Quique Cárcel tuvo el reto de confeccionar por primera vez en la historia del Girona FC, una plantilla para competir en la élite del fútbol español. Dicho reto requería un tremendo castigo para algunos jugadores a los cuáles se tenia que dar salida y, por lo tanto, privarlos del sueño que supone jugar en LaLiga. Uno de ellos fue el canterano Sebas Coris, que había quemado etapas en las instalaciones de Torres de Palau hasta llegar a Montilivi.
El canterano cogió las maletas y el billete de ida y vuelta que lo llevaría a jugar en El Sadar en calidad de cedido con el objetivo de ganar minutos y experiencia para hacerse un sitio en la plantilla del Girona de cara a la temporada 2018/2019.
En el Osasuna, Coris jugó 28 partidos oficiales, pero su rendimiento decrecía y los meses pasaban. Aún así, al término de la temporada, el nuevo cuerpo técnico del Girona encabezado por Eusebio, le dio la oportunidad de ganarse su confianza durante la pretemporada.
Finalmente, Sebas Coris no ha conseguido hacerse un sitio en la plantilla y después de más de un mes de trabajo donde ha disputado 180 minutos repartidos en dos partidos, Quique Cárcel le ha buscado una salida. De este modo, el club rojiblanco vuelve a ceder al carrilero de 25 años por segundo año consecutivo, esta vez al Nàstic de Tarragona. Los dos clubes han acordado la cesión del jugador por una temporada. Cuando el canterano vuelva a Montilivi, sólo le quedará un año de contrato.