Se han incrementado las lesiones en el Espanyol con la llegada del nuevo técnico. Se suma Matias Vargas perdiéndose un mínimo de 11 partidos
El Espanyol no pasa por uno de sus mejores momentos y, como ya es habitual cuando las cosas no van bien, las lesiones se han convertido en uno de sus principales causas.
La posición de ataque ha sido la más perjudicada para el conjunto perico. Ferreyra, sumando su segunda lesión, se ha perdido un total de cinco partidos. Calleri se ha perdido seis encuentros, y Pablo Piatti un total de 11.
Al grupo de lesionados se le sumó el pasado domingo Matias Vargas. A penas estuvo cinco minutos en el verde cuando el jugador notó una fuerte molestia en el tobillo izquierdo que le imposibilitó seguir jugando. Fue sustituido por Estaban Granero y, al final del encuentro, se conoció que era un esguince.
Al confirmarse dicha información, se prevé que el jugador se pierda alrededor de 11 partidos (como mínimo). La lesión que, sin duda, resulta ser la más cara para el Espanyol. Pues el pasado verano, Vargas se convirtió en el fichaje más elevado de la historia del club, llegando a pagar por el 10.5 millones de euros.
Hasta ahora, la lesión más preocupante es la de Naldo. El central blanquiazul sufrió una lesión de grado uno en el isquio de la pierna izquierda, lo que le hará seguir de baja hasta bien entrado el mes de enero.
No cabe duda de que las lesiones se han incrementado con la llegada del nuevo técnico, Pablo Machín. Un problema que suele ser común cuando hay cambios de entrenadores en un club. Esto se debe a la diferencias tácticas y cambios en los sistemas de entrenamiento.
No todo son malas noticias para el Espanyol. El técnico azulgrana cuenta con la mitad de la plantilla que aún sigue intacta, como son los casos de Marc Roca, Sergi Darder, Bernardo Espinosa y Víctor Sánchez.