El Real Madrid volvió a dejarse tres puntos fuera de casa en un choque que estuvo marcado por la poca intensidad que mostraron los jugadores de Zidane y el golazo en el último minuto de Gerard Moreno
El encuentro comenzó con claro dominio del Real Madrid como se esperaba. Pese a las rotaciones, el conjunto de Zidane salía a Cornellà con un once de garantías destacando la inclusión de Achraf en el lateral derecho y de Marcos Llorente en la zona de pivote. Pensando en dar descanso a jugadores importantes como Cristiano Ronaldo o Dani Carvajal, Zidane incluyó a jugadores de la llamada «unidad B» en busca de reengancharlos de cara al final de temporada.
El Espanyol, a fuego lento
Si comentábamos la buena entrada al partido del Madrid, también hay que destacar la paciencia que tuvo el conjunto de Quique Sánchez Flores. No se puso nervioso con la presión alta de los chicos de Chamartín y buscó en todo momento aprovechar las ocasiones que tuviera de la mano de Gerard Moreno y Sergio García. Muy activa esta pareja durante todo el partido.
Primera parte reñida y con polémica
Los dos equipos se anulaban. Conseguían recuperar pero perdían en zona de tres cuartos, o incluso antes. Ninguno disponía de la profundidad necesaria para inquietar a las defensas. Este sería el guión del encuentro. Y en este tipo de partidos, las jugadas clave son muy importantes. Así pues, Gerard Moreno vería como un gol legal suyo era anulado por un fuera de juego que no existió. Y el Real Madrid reclamó un penalti por manos de Víctor Sánchez que, con los cambios de reglamento sobre el tema de las manos, uno ya no sabe qué es penalti y qué no.
El Espanyol continúa con su dinámica y el Madrid no se encuentra
La segunda parte comenzaría igual que acabó la primera: el Espanyol presionando y el Madrid achicando. Sin un dominio muy claro a favor de los locales, el Madrid dejaba de encontrar los huecos y empezaban a aparecer las imprecisiones que cada vez eran más constantes.
Otra vez falla la intensidad
Si no puedes ganar un partido, no lo pierdas. Una de las máximas del fútbol que no respetó hoy el Madrid. Lanzó a Sergio Ramos al ataque en busca de que cazara algún balón y se olvidó de defender. Siguiendo su guión, el Espanyol se encontró con una jugada al final del partido. Un balón a banda que recoge Sergio García, centro a Gerard Moreno y gol. Así de simple es el fútbol.
Definitivamente, la Champions es la última baza
En resumidas cuentas, el Espanyol respiró tranquilo al volver a sumar tres puntos y alejarse un poquito más de la zona de descenso. El Real Madrid tendrá que confiar toda su temporada a la Champions. Si ya estaba bastante claro que la Liga se le escapaba, la falta de intensidad mostrada hoy otra vez deja claro que el objetivo este año no es el título doméstico, si no volver a hacer historia en la máxima competición europea.