Chukwueze y Pau Torres ponen los goles en La Cerámica. El Villarreal se mantiene en la tercera posición y el Real Valladolid en el último puesto de la clasificación.
El fútbol no se cimienta en elegir un sistema, los jugadores correspondientes y que de ellos dependa cómo superar al rival, como si tratase de una simulación de un videojuego. Este deporte es mucho más complejo. Los entrenadores deben conocer de ciertos mecanismos que permitan a su equipo recrear situaciones de partido, superando así al oponente. Los duelos en los que los técnicos utilizan el mismo sistema reflejan las diferencias a nivel de capacidades entre dos entrenadores. La prueba es el reciente Villarreal contra Real Valladolid.
Un sistema con dos versiones
El 4-4-2 fue el sistema que predominó en ambos conjuntos, sin embargo, fueron distintos entre sí. Sergio González buscó el repliegue en bloque medio desde el inicio del partido, otorgando el protagonismo al equipo de Emery. El plan le funcionó durante veinte minutos en los que no se generó ninguna ocasión de gol entre ambos. Las líneas formalmente ordenadas de Sergio empezaron a desequilibrarse a base de la movilidad rival. Gerard Moreno, Chukwueze y Moi Gómez intercambiaban posiciones para atraer a sus marcas, mientras Alcácer tenía una posición fija entre los centrales blanquivioletas.
La banda derecha de Sergio era el objetivo a dañar, Moi Gómez se encargó de desplazar a Waldo para que Pedraza tuviese espacios para atacar a Luis Pérez. Así nació el primer gol del partido, Míchel perdió el balón en su propio campo y Pedraza aprovechó los metros que tenía por delante para superar al lateral rival y habilitar a Chukwueze, lo que acabaría en el 1-0. El monólogo fue el mismo hasta el final de la primera parte.
Sergio esperaba que un milagro cambiase el panorama. Si Emery conocía la vulnerabilidad en el sector derecho del Real Valladolid, también se percató de otra de sus debilidades: el balón parado. A través de un saque de esquina se originó el segundo gol del encuentro. Moi centró, Alcácer habilitó y Pau Torres remató. El dominio se transformaba en goles de forma completamente merecida.
Tampoco acompaña la fortuna
El Villarreal pecó de confianza en el resultado durante los últimos 45 minutos. Los jugadores de Emery pudieron rematar el partido a falta de media hora de su finalización, pero Gerard Moreno tuvo una noche aciaga. El internacional español, ausente en los últimos cuatro encuentros, vio como el gol se le escapaba en dos ocasiones, el travesaño y el VAR se lo negaron. Los locales no remataban el partido y los síntomas de recuperación se visualizaban en el Real Valladolid. Weissman tuvo la primera oportunidad para el 1-2 pero Asenjo atrapó su disparo, como ocurriría poco después tras un tiro desde fuera del área de Alcaraz. Dos situaciones que invitaban al optimismo pero que se empañaba con los dos envíos que se estrellaron en los postes. Dos balones que llevaban la firma de Marcos André y de Kike Pérez. Y así terminó el choque, con la sensación de que el club parece destinado a descender. Ni la fortuna le sonríe.
Fin de ciclo
La segunda parte servía a Sergio para limpiar su imagen y la del club. Se ha convertido en el equipo más débil de LaLiga Santander, cuando en las dos temporadas anteriores era uno de los bloques más solventes y que más costaba superar. El técnico catalán ha perdido todo el crédito que se había ganado y sus decisiones demuestran lo perdido que se encuentra. Su equipo empezó a presionar cuando el 2-0 reinaba en el marcador, modificó a los dos jugadores de su costado derecho –Waldo y Luis Pérez- tras el descanso, Toni Villa y Roberto, sus mejores jugadores en cuanto a rendimiento, fueron suplentes… Sergio quiso morir con su ‘vieja guardia’ (Masip, Míchel, Alcaraz y Óscar Plano) y lo consiguió. Mientras, los rumores sobre su posible sustituto estarán aún más presentes durante los próximos días.
FICHA TÉCNICA
Villarreal: Asenjo; Mario Gaspar, Albiol, Pau Torres, Pedraza (Estupiñán 67’); Iborra, Trigueros, Chukwueze (Kubo 64’), Moi Gómez; Gerard Moreno (Yeremy 82’), Paco Alcácer (Bacca 82’).
Real Valladolid: Masip; Luis Pérez (Hervías 46’), Joaquín, Bruno, Raúl Carnero; Míchel (Kike Pérez 77’), Alcaraz, Óscar Plano (Toni Villa 77’), Waldo (Marcos André 46’); Orellana, Weissman.
Goles: Chukwueze (1-0, 21’), Pau Torres (2-0, 38’).
Árbitro/VAR: Alberola Rojas/Melero López.
Estadio: La Cerámica.