El chileno, con dos participaciones clave en los goles de su equipo, permite al Real Valladolid sumar una victoria tras ocho jornadas entre empates y derrotas.
Cuando Fabián Orellana llegaba al Real Valladolid como agente libre, la afición vallisoletana rápidamente se volcó con su fichaje. Sin embargo, a Sergio González le supondría un reto mantener la motivación de un jugador difícil de tratar. La mejor forma de demostrarle que sería un jugador importante en la plantilla fue otorgándole la titularidad desde el primer partido. La confianza resume el rendimiento en este deporte, pero a Orellana, perjudicado por la situación del equipo, no le acompañaron los goles ni las asistencias en su primer tramo en Valladolid. Ahora, en las fechas claves del campeonato, empieza a deslumbrar aquel jugador que se paseaba en Ipurua.
Estilos anticuados
Lejos quedaba aquella última victoria del Real Valladolid en el Coliseum Alfonso Pérez hace ocho jornadas. Desde entonces, tropiezo tras tropiezo hundían al conjunto de Sergio González en la zona de descenso. Similar recorrido que el equipo de José Bordalás, el cual llegó a encadenar cinco derrotas en seis partidos hasta recuperar sensaciones en la última jornada ante el Valencia. Ambos entrenadores están en un proceso de retroceso evolutivo, sus estructuras que se asentaban sobre bloques defensivos muy compactos ya no tienen validez en una liga contagiada del bajo ritmo y pocas ocasiones.
Sergio no buscó repetir el mismo planteamiento que en el estadio del Getafe, sino que recuperó el 4-4-2 que secó al Celta de Vigo y al Real Madrid. Bordalás buscó arrinconar al Real Valladolid en su propio campo desde el inicio del partido, sin embargo, el técnico cayó en su propia trampa debido a que el juego directo del Getafe provocó que sus líneas se separasen y desorganizasen. El primer gol del partido llegaría tras una gran jugada colectiva entre Sergi Guardiola, Orellana y Óscar Plano. El ‘7’ enviaría un centro preciso hacia Orellana buscando el lado débil de la zaga azulona, y el chileno buscaría asistir a Plano que entraba desde segunda línea. El capitán blanquivioleta únicamente tendría que dirigir su cabezazo a uno de los lados de la portería para batir a Soria.
Orellana, rendimiento tardío pero necesario
Repitió la misma fórmula el Real Valladolid en su segundo gol ante el nerviosismo que transmitía el Getafe ante el resultado desfavorable. De nuevo, otra recuperación de balón habilitaba el contragolpe rival, pero esta vez era Orellana el que dirigía el ataque. El chileno, apoyado por un balón filtrado al espacio de Lucas Olaza, recorrió 50 metros para plantarse en el área rival, zafarse de Maksimovic e intentar enviar el cuero al segundo palo hacia Guardiola. El centro se quedó corto ante la poca distancia en la que se encontraba Soria, pero el rechace del portero cayó en Weissman que, oportunista de costumbre, cabeceó al larguero para que el balón terminase entrando en la portería. 2-0 y Orellana brillaba como aún no se había visto en el José Zorrilla.
Gestionar la ventaja durante 70 minutos era el problema que recorría a Sergio González, y más viendo cómo Jaime Mata recortaba distancias tras ver cómo su disparo rebotaba en El Yamiq e impedía la intervención de Roberto. Takefusa Kubo sería el recurso de Bordalás para remontar el partido. Al japonés le bastaba con un mínimo de verticalidad para sobresalir del guion planificado del Getafe, pero todos sus intentos quedaron en la nada ante el nulo seguimiento de sus compañeros. Las opciones de empatar el encuentro se agotaron con la expulsión de Mata tras dar una especia de coz sobre El Yamiq. Sergio González respiraba aliviado tras el pitido final, pero las cámaras buscaban a Orellana, el verdadero héroe del duelo.
FICHA TÉCNICA
Real Valladolid: Roberto; Janko, Joaquín, El Yamiq, Lucas Olaza; Alcaraz (Fede San Emeterio 71’), Roque Mesa (Míchel 71’), Óscar Plano (Luis Pérez 88’), Orellana (Jota 83’); Sergi Guardiola (Kenan Kodro 71’), Weissman.
Getafe: David Soria, Damián Suárez (Kubo 46’), Djené, Cabaco, Matheus Olivera; Arambarri, Maksimovic (Ángel 79’), Aleñà (Portillo 88’), Nyom (Timor 88’); Enes Ünal (Cucho 59’), Jaime Mata.
Goles: Óscar Plano (1-0, 14’); Weissman (2-0, 24’); Mata (2-1, 37’).
Árbitro: Melero López.
Estadio: Nuevo José Zorrilla.
