El conjunto azulgrana recupera sensaciones en el José Zorrilla y destaca la sociedad formada por Pedri y Messi. El argentino, Braithwaite y Lenglet fueron los autores de los goles en una victoria cómoda.
Cerrar el año va precedido de una celebración, sin importar si la conclusión de los 365 días ha sido negativa o positiva. Celebrar no incluye más opciones.
2020 fue el año que reconoció el fin de ciclo del FC Barcelona, el que motivó a una reconstrucción que ‘casi’ -y aún puede- incluir la marcha de su máxima leyenda. Pero Messi no podía perderse entre este accidentado y fatídico año. El bajón en el rendimiento deportivo del ’10’ vino acompañado de una decaída emocional ante el proyecto presente, la ausencia de logros y el miedo al futuro.
Entre todos esos problemas emergió la figura de un niño de 18 años, demostrando que la edad es sólo un número. Pedri consiguió avivar el recuerdo de que Messi también sonríe y se divierte en el campo. Cuando lo profesional y altamente exigente parecía un partido amateur. Con Pedri, Messi reafirmó que su rendimiento depende en gran parte de su motivación. Rodearle de talento y no alejarle de él, parece una evidencia pero durante años no se ha tenido en cuenta.
Un nuevo sistema
Koeman llegó a tierras castellanas dando la nota por su nuevo experimento: una alineación en la que destacaban tres centrales y no había extremos. El once, con algún revuelo de conservador, arregló la fragilidad defensiva que convertía cualquier partido en una lluvia de goles. Lenglet volvía al once tras dos partidos en el banquillo y, cosas del destino, sería el primer goleador del encuentro. El francés remataría el centro delicado que nació en las botas de Messi. Una jugada antes, Masip había logrado evitar un golpeo ajustado del ’10’ que en condiciones normales habría sido un gol más. Pero hasta el fútbol se contagia de la extrañeza que define a este 2020.
El ida y vuelta que había definido el comienzo del partido se nubló con la creciente superioridad culé. Los dos delanteros de Sergio González, Marcos André y Weissman, quedaban completamente anulados ante la zaga de tres centrales planteada por Koeman. El plan parecía funcionar y Ter Stegen, al fin, no tenía que sudar la camiseta. El sistema creaba espacios para los mediapuntas, Messi y Pedri, y permitía la subida de los carrileros, Dest y Jordi Alba, sin tener que preocuparse del trabajo defensivo. Estos dos factores, a los que había que sumar el recorrido de De Jong y la dirección de Pjanic, convertían al Real Valladolid en un equipo completamente invisible.
Sin importar la edad
No iba a ser un partido plácido para el Real Valladolid, y por ello extrañaba la presencia de Míchel en el once de Sergio ante el alto ritmo que demandan los duelos contra los azulgranas. Víctima de ello, el mediocampo blanquivioleta se vio superado durante toda la primera parte. Messi creaba superioridad en zonas interiores, y tras verse rodeado de cuatro rivales logró filtrar un pase inimaginable a Dest. El lateral no podía desaprovechar esa acción y facilitó el gol a Braithwaite. El Barça funcionaba y sentenciaba en media hora. Empezaba a ser un partido para aumentar estadísticas. Messi, en uno de sus peores rendimientos ligueros en cuanto a goles y asistencias, se frustraba consigo mismo tras fallar una ocasión que consideraba inadmisible para él.
¿Cuál era la única forma de poder remontar el partido?, pensaría Sergio. Y llegó a la conclusión de copiar al hombre inteligente del partido. El catalán copió el mismo esquema a Koeman para no caer en inferioridades. Pero obvió un elemento más importante y que es único: el talento. Por mucho que quieras contrarrestar al rival con el mismo plan, la calidad se termina imponiendo. Pedri, también inteligente sobre el campo, es uno de esos jugadores que derrumban planteamientos. Entre recursos más característicos del fútbol-sala, se imaginó un pase de espuela dirigido a Messi para detallar que la experiencia tampoco tiene edad. El argentino volvió a sonreír, no por su gol, sino por ver cómo un chico de 18 años empezaba a seguir sus pasos.
Ficha Técnica
FICHA TÉCNICA
Real Valladolid: Masip; Hervías, Joaquín, Javi Sánchez (Guardiola 79′), Nacho; Míchel (Roque Mesa 56′), Alcaraz, Jota (Orellana 46′), Óscar Plano (Kike Pérez 56′); Marcos André (Toni Villa 46′), Weissman.
FC Barcelona: Ter Stegen; Mingueza, Araujo (Umtiti 70′), Lenglet; Dest, Pjanic, De Jong (Busquets 70′), Jordi Alba (Júnior 70′); Messi, Pedri (Coutinho 81′), Braithwaite.
Goles: Lenglet (0-1, 21′), Braithwaite (0-2, 35′), Messi (0-3, 65′).
Árbitro: Melero López.
Estadio: Nuevo José Zorrilla.
