El derbi del sur de Madrid se saldó en un empate a uno, después de que el Leganés, superior, especialmente en la segunda mitad, no pudiera añadir más goles en su marcador, debido, entre otras cosas, a una defensa rocosa de los «guerreros» de Bordalás.
El Leganés-Getafe es un duelo histórico, pues los dos equipos madrileños se han visto las caras en todas las categorías del fútbol nacional. Entre ellos han jugado 56 partidos, con 20 victorias a favor del Leganés, 18 a favor del Getafe y otros 18 empates. Una igualdad reflejada cada vez que se enfrentan. Por ello y por la hermandad y rivalidad entre vecinos, el partido de este viernes era un enfrentamiento muy esperado, sobre todo para sus aficiones.
Butarque decoró su grada para arropar a su equipo. (Foto: @CDLeganes)
Los seguidores de ambos equipos calentaron para el duelo durante la semana y en Butarque no fue menos. Los azulones llegaron dos horas antes para hacerse hueco en el córner del estadio. Los pepineros decoraron sus gradas de color blanquiazul. Las voces de la afición se trasladaban al césped, demostrando los jugadores intensidad y ocasiones de gol en los primeros instantes.
En el minuto 2 llegó la primera ocasión a manos de Nyom, pero Soria, atento, mandó el balón a córner. Cuatro minutos más tarde, una mala salida de Soria, que salió a por uvas, no fue aprovechada por En-Nesyri, que remataba a puerta vacía. El balón se fue fuera por muy poco. El delantero iba a tener durante el encuentro varias ocasiones para anotar, pero no estuvo afortunado.
En el minuto 9 avisaba el Getafe. Gran jugada de Foulquier por banda, que con un autopase se fue de hasta 2 rivales, pase de la muerte atrás, que Mata remató muy flojo y cayó en manos de Cuéllar que resolvió la jugada en 2 veces. Así, los primeros 15 minutos fueron todo lo que un aficionado y espectador espera ver de un duelo de Primera División.
Getafe y Leganés llegaban a puerta rival de forma paralela. Arambarri quiso probar suerte desde fuera del área y emular el tanto que anotó el año pasado. Pero fue Amath, que cayó lesionado, el incidente que provocó que el partido cogiera color descafeinado. El jugador se retiró cojeando el terreno de juego, y Portillo entraba en su lugar.
El Leganés buscaba el gol buscando la cabeza de sus delanteros, pero Soria una y otra vez salvaba a su equipo con manos de santo. Llegando la primera media hora de partido, la grada dejó de prestar atención al terreno de juego debido a una parada cardiorespiratoria de un aficionado del Leganés, quien fue atendido en Tribuna y evacuado por el Samur y los Servicios Médicos del Leganés, que le llevaron al Doce de Octubre.
Cabrera puso la cabeza
Cuando el partido iba cogiendo camino de los vestuarios, una falta botada por Damián Suárez encontraba la cabeza de Cabrera, quien en el área pequeña remataba a placer y Cuéllar veía como el balón se le colaba por debajo de las piernas. De esta manera, el Getafe aprovechada el balón parado para ponerse por delante en el marcador y dar un golpe de efectividad antes del descanso.
En el descanso la afición vivió un momento de lo más tierno. Un pepinero vio el derbi como el momento ideal para arrodillarse y pedirle matrimonio a su pareja. Ella no lo dudó, cogió el micrófono, e informó a Butarque que la respuesta era que sí. De esta manera, los asistentes aplaudieron como si hubieran vivido un auténtico golazo.
La segunda mitad fue un monólogo del Leganés. Los locales pusieron todo en la sartén para llevarse el partido, mientras que el Getafe, encerrado en su campo, dejó de proponer ideas, juego y ocasiones y se centró en evitar todas las embestidas de los locales. Óscar empezó a aparecer en escena, con jugadas de auténtico mago. Cuando él aparece, el Leganés sonríe.
El Leganés llegaba y llegaba, pero sin suerte. Las más claras las tenía En-Nesyri, con quien la afición se echaba las manos a la cabeza por su desacierto de cara a portería. Los de Pellegrino adelantaron líneas y el Getafe lo intentaba al contragolpe. Solo un gran pase de Foulquier a Molina aproximó a los visitantes al área de Cuéllar en la segunda mitad, ya que el segundo tiempo se jugó en el campo del Getafe.
Nyom puso el merecido empate
Y quien tanto la busca, al final acaba encontrándola. Nyom, en el minuto 68, fue el que se llevó el premio. El Leganés puso el merecido empate en el marcador. El pase llegó desde el costado izquierdo y el carrilero supo parar el balón y con un derechazo tocar la red.
Después del tanto del empate el partido no cambió. El Getafe estaba desaparecido, mientras el Leganés gozaba de sus mejores minutos y no cesaba en ocasiones. Finalmente, empate. El Leganés lo ha tenido todo para llevarse este derbi, pero el Getafe con un gran trabajo defensivo supo aguantar las intenciones y ocasiones de los pepineros.
